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En la Comarca 24 fosas y 87 cuerpos recuperados para hermanos, hijos o nietos que han logrado cerrar un largo paréntesis. Se estiman que más de 2.000 personas fueron represaliadas y aún esperan en la fosa. Casos como los de Jerónima Blanco y su hijo, o la del niño Arsenio Macías dibujan una cruenta radiografía de un periodo negro para la sociedad berciana.
El 28 de octubre del año 2000 finalizó en Priaranza del Bierzo la excavación de una fosa común en la que se encontraban los restos de 13 republicanos asesinados por un grupo de pistoleros falangistas en 1936. Esta labor de exhumación dio el pistoletazo de salida para la creación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), cuando numerosas personas se personaron en Priaranza para pedir ayuda buscando a sus desaparecidos para recuperar sus cuerpos, tal como había sucedido allí.
Emilio Silva, sociólogo, periodista y nieto de uno de los asesinados hallados en Priaranza -presidente desde entonces de la asociación-, junto a Santiago Macías, Palma Granados y Jorge López Franco decidieron fundar la ARMH, una asociación que se dedica a esta labor de investigación y búsqueda. Hoy, 16 años después, cuenta con más de 5.000 voluntarios. Entre los miembros se encuentran tanto familiares de desaparecidos como profesionales de la arqueología, la historia o la antropología.
Desde su creación en el año 2000 la ARMH ha exhumado más de 150 fosas por toda España, recuperando los restos de más de 1.400 personas que fueron asesinadas durante la Guerra Civil Española y la dictadura franquista, que fueron silenciados en fosas comunes, en cunetas o bosques. Además de este trabajo, la asociación también se encarga de clasificar, digitalizar y recoger en bases de datos toda la información que va obteniendo sobre las víctimas del franquismo.
En El Bierzo ya son 24 las fosas excavadas, lo que supone 87 víctimas encontradas por unos familiares que hasta ese momento tenían un largo paréntesis que llenaba en muchos casos el miedo, y que aúne es un factor que impide que se emprendan más labores de exhumación. Las más relevantes en cuanto al número de personas encontradas fueron la primera abierta, la de Priaranza del Bierzo, con 13 víctimas exhumadas, y la de Magaz de Abajo, con otras 13 víctimas, en el año 2008.
Dos casos cruentos
Dos de los casos que más han puesto de relieve la barbarie de estas fosas de la dictadura fueron los de Jerónima blanco y su hijo, y la de Arsenio Macías.
La joven Jerónima Blanco, en avanzado estado de gestación y con sólo 22 años, fue paseada y tiroteada el 23 de agosto de 1936 junto a su hijo, de 3 años, por un grupo de falangistas. El objetivo era forzar la entrega de su marido, Isaac Cabo Pérez, quien había huido al monte Pajariel. Al bajar del monte a su casa, se encontró los cuerpos exhibidos en plena calle.
En el caso del ‘niño’ Arsenio Macías, el joven de 16 años fue asesinado de forma cruenta en 1937, por un grupo de falangistas cuando buscaban a su hermano, Claudio Macías, que se encontraba escondido en la bodega de la casa familiar.
Todo pasó a 500 metros de su vivienda, a donde habían ido a buscarlo y en ausencia de sus padres, a fin de que confesara el paradero de Claudio. Lo mataron en la conocida como ‘curva de Villalibre’ sin que delatara la presencia de su hermano. Pasados los meses, Claudio contrajo una enfermedad pulmonar y, para que sus hermanas no corrieran la misma suerte que su hermano, pidió que su cuerpo fuera enterrado en su propia casa, dentro de una urna de madera. Sus restos fueron exhumados en octubre de 2014. Nunca antes sus familiares se atrevieron a proceder con los trámites para sacar estos restos de la casa. Los de Arsenio Macías aún no han podido ser localizados.
Un premio que salvó una labor
Un hecho trascendental para la supervivencia de la ARMH y por tanto su labor, se produjo en enero de 2015, cuando la asociación recibía el premio Alba/Puffin al Activismo en Pro de los Derechos Humanos, dotado con 100.000 euros, que sirvió para mantener abierto el laboratorio central, ubicado en Ponferrada.
Actualmente la ARMH ya cuenta con un próximo proyecto en El Bierzo, donde buscará a partir de febrero de 2017 cuatro fosas de represaliados entre Brañuelas y Torre del Bierzo.
En El Bierzo todavía hay más de 2.000 personas desaparecidas, de las que 1.000 han sido reclamados por los familiares. En puntos todavía por exhumar, como Montearenas, en Ponferrada, se estima que podrían encontrarse los restos de más de 400 personas.
La labor de búsqueda por parte de la ARMH comienza cuando un familiar reclama a un desaparecido e inicia el proceso de investigación en archivos militares, históricos, municipales, religiosos o de la administración pública o en el Centro Documental de la Memoria Histórica (con sede en Salamanca). Una vez se ha obtenido la información y se da con la fosa donde se presupone está el represaliado se procede a la prospección, excavación y exhumación de la misma. Una vez identificada la persona se le entregan los restos a su familia.