20 minutos rescata la historia del “hombre lobo” Romasanta y sus sanguinarios asesinatos en El Bierzo

"En Ponferrada (León) adquiría las mercancías en el comercio de Miguel Sardo y en Chaves (Tras os Montes, Portugal), paños a Francisco de Morais, cuya venta le proporcionaba pingües beneficios. El lunes 21 de agosto de 1843, salió Vicente Fernández, alguacil de León, al encuentro de Blanco para embargar sus géneros, ya que debía a Sardo seiscientos reales. Nada se supo del alguacil, hasta el día 25, en que apareció su cuerpo cerca de Pardavé (León). ".

19 de Enero de 2022
Actualizado: 21 de Enero de 2022 a las 17:49
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manuel romasanta bierzo
manuel romasanta bierzo


 

El gallego Manuel Blanco Romasanta, nació en Ourense a principios del S.XIX y su historia se narra a través de su leyenda: "licántropo y asesino en serie", según la Real Academia de la Historia. Sin embargo, ha sido el digital 20 Minutos quien hace mención a los crímenes del de Regueiro, en El Bierzo, que según recuerda el diario online "fue responsable de más de una decena de crímenes en los montes de Galicia y El Bierzo".

"Cuando llegó a la edad adulta, por lo que se sabe —según la documentación de la época—, medía alrededor de 140 centímetros de altura, estatura baja incluso en aquel tiempo; tenía poco pelo —tal vez debido a su costumbre de usar sombreros— y una barba no muy larga pero descuidada, y su mirada parecía normal; tal como se desprende del estudio realizado por el inspector de la Policía Nacional, Luis García Maña", afirma la Real Academia de la Historia, añadiendo que "en Ponferrada (León) adquiría las mercancías en el comercio de Miguel Sardo y en Chaves (Tras os Montes, Portugal), paños a Francisco de Morais, cuya venta le proporcionaba pingües beneficios. El lunes 21 de agosto de 1843, salió Vicente Fernández, alguacil de León, al encuentro de Blanco para embargar sus géneros, ya que debía a Sardo seiscientos reales. Nada se supo del alguacil, hasta el día 25, en que apareció su cuerpo cerca de Pardavé (León). ".

 



 

En estos términos, según Antonio de Torquemada, escritor del siglo xvi y secretario del conde de Benavente, escribió: “[...] en el Reino de Galicia se halló un hombre el cual andaba por los montes escondido y de allí salía a los caminos cubierto de un pellejo de lobo, y si hallaba algunos mozos pequeños desmandados, matábales y fartáuase de comer de ellos [...]”. Esta leyenda del “hombrelobo” siempre había tenido gran asentamiento en Galicia, la única región de la Península Ibérica donde se narraba y concedía crédito.