El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, puso hoy de relieve a la castaña y el castaño, “un árbol y un fruto muy delicados” que se encuentran “sometidos a numerosos elementos externos que perjudican su producciones”, que en esta campaña se sitúa en torno a las 4.000 toneladas, frente a las 8.000 habituales, debido a “la afección de la avispilla del castaño, la neumoliosis y la gusanada”.
“La castaña hay que defenderla porque el castaño y la castaña es el paisaje, la cultura y el espíritu del Bierzo, que no se concibe sin sus castaños, que producen 90% de la producción de la castaña de la provincia y el 50% de la de Castilla y León”, afirmó Suárez-Quiñones con motivo de la inauguración en Carracedelo de la XIV Feria Sectorial de la Castaña Biocastanea, a la que se refirió como “un evento consolidado” y de la que afirmó que “se ha convertido en la más importante de la castaña en Europa”.
El titular de Medio Ambiente quiso dejar claro que la Junta de Castilla y León está “absolutamente comprometida” con luchar “contra todas las plagas y enfermedades”, al considerar “prioritario el mantenimiento y la mejora de las plantaciones de castaño”, desde los puntos de vista “cultural, económico y del medio natural y la conservación ecológica de lo hábitats que están alrededor”.
Para ello, además de la existencia del Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos (Palencia), dedicado estudiar y trabajar sobre la tinta y el chanclo del castaño, Suárez-Quiñones recordó que este año la Fundación Cesefor, con el impulso económico de la Junta, ha adquirido Inbiotec, que “se está especializando en numerosos aspectos de investigación en materia forestal”, entre los que destacó la neumoliosis que perjudica el cultivo del castaño, con el objetivo de acometer una lucha biológica contra el hongo, como se llevó a cabo con la avispilla del castaño.
A la inauguración de la XIV Feria Sectorial de la Castaña Biocastanea también asistieron el alcalde de Carracedelo y anfitrión, Raúl Valcarce, el director de la Mesa del Castaño del Bierzo, Pablo Linares, y el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, que se mostró convencido de que la castañicultura es “uno de los principales sustentos económicos de la provincia de León”, al tiempo que resaltó su papel como “elemento cultural, paisajístico o ambiental”.
Un sector que, según afirmó Álvarez Courel, “contribuye al desarrollo de una economía sostenible que incide directamente en la generación de riqueza en los pueblos”, al tiempo que ayuda a “fijar población en el medio rural”.
En cuanto a la castañicultura, el presidente de la institución provincial desgranó algunas de las actuaciones enfocadas a la promoción y protección del castaño y se sus productos derivados, entre las que destacó la colaboración en la lucha contra la avispilla del castaño, para lo que ha invertido 221.700 euros entre 2018 y 2023 un total de 221.700 euros. A ello sumó la creación del Centro Tecnológico de la Castaña en Pobladura de las Regueras y molienda en Quintana de Fuseros, ambos en el municipio de Igüeña, en el que se han invertido casi 438.000 euros a través de una subvención de la Junta, con un 75%de fondos de Transición Justa del Gobierno y un 25% de la Junta.
Finalmente, Gerardo Álvarez Courel resaltó el proyecto de rehabilitación, forestación y puesta en valor de terrenos públicos mediante la plantación de castaños de la variedad parede en los municipios de Bembibre, Folgoso de la Ribera, Igüeña, Noceda del Bierzo, Torre del Bierzo y Villagatón. Un proyecto que cuenta con una inversión de más de 3,2 millones de euros otorgados por el Instituto para la Transición Justa y que persigue realizar actuaciones encaminadas a lograr plantaciones exitosas de castaño de la variedad local parede en una superficie de 192,3 hectáreas, con una previsión de 39.000 castaños.