Adrián Prada es un niño de Toreno, que a sus 6 años lleva más de uno luchando contra la leucemia. Sin embargo, la vuelta al cole, que debería ser motivo de celebración y alegría para el pequeño y sus padres, ha adquirido un nuevo matiz menos positivo tras el requerimiento de Educación de que el niño curse segundo de primaria, "sin antes haber cursado, ni haber sido evaluado de primero de primaria", explicaba con pesar Sara Álvarez, su madre.
El tratamiento de quimioterapia ha impedido que durante el curso pasado Adrián cursase de manera natural primero, pero la ley de Educación no permite que se repitan los cursos impares, -sólo segundo, cuarto y sexto- por lo que tendría que pasar a segundo sin tener aprobado primero. Esto, explica la madre del pequeño, supondrá "frustración" en Adrián por no conseguir los objetivos que el resto de sus compañeros sí alcanza, además de un desajuste, pues "no tiene interiorizados conceptos como los de leer y escribir".
Sus padres esperan que esta situación se resuelva y sirva de precedente para que ningún otro niño ni familia, se vea en esta situación.
"El curso pasado tenía que cursar primero de primaria, para ello la Consejería nos mandó un profesor a casa 5 horas semanales, pero debido a la situación de Adrián, que está en tratamiento, y a que tiene 6 años, cuando ella venía a casa él lo que quería es jugar", explicaba la madre. Algo habitual, puesto que Adrián, debido al tratamiento, estaba "restringido socialmente. Apenas estaba con gente, solo con la familia y los niños del hospital", de ahí que cuando alguien nuevo pasaba tiempo con él, él quisiese aprovecharlo para divertirse como un niño de su edad.
Las "escasas horas de la profesora que se desplazaba a casa, más los días que el niño tiene que ir a recibir tratamiento o que se encuentra mal por el mismo", hicieron que sus conocimientos del curso no pudiesen ser tenidos en cuenta. "El niño no cursó primero, hacía lo que podía cuando podía. Cuando terminó el curso escolar, la profesora que venía a domicilio no le evaluó porque no habían dado el contenido que tenían que dar", explica Álvarez. Fue entonces cuando sus padres iniciaron los trámites para expresar la necesidad y su deseo de que Adrián volviese a hacer este curso. "Pero nos encontramos con que la Ley no permite repetir en los años que no son pares", lamentaba. Sin embargo, la madre del pequeño puntualiza que "no sería repetir, sería cursar porque no lo ha cursado primero."
Lo siguieron intentando con la Delegación de León, mandando informes de una logopeda y una psicopedagoga para que la necesidad de que Adrián cursase Primero fuese algo objetivo. "Aunque parezcan años que no son importantes, adquieres la lectura y la escritura, algo que él no tiene interiorizado. En León se remiten al informe del inspector, que todavía no hemos visto y que mantienen la negativa a dejarle en primero".
Adrián en el hospital. Foto cedida a InfoBierzo por la familia
A través de la Asociación Pyfano, Asociación de Padres, Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Castilla y León, ayudaron a los padres de Adrián a contactar de nuevo con la Consejería de Educación, y ahora están a la espera de que les den una respuesta, en una reunión que se celebrará este jueves. "Esperamos que se resuelva favorablemente para el niño. El interés que hay ahora mismo es el beneficio del niño. Todo el mundo se da golpes en el pecho de decir que el beneficio del niño, pero realmente cuando hay que beneficiarlo, de verdad que no lo hacen. Nadie me ha escuchado, ni ha pedido mi opinión", afeaba la madre.
"Es una lucha muy dura, para la que nadie está preparado, y tú te intentas mantener fuerte, siempre en pie de guerra por ellos y para ellos, y encontrarte con estos obstáculos... la verdad que es muy difícil de digerir, no te lo puedes explicar. Esto a mí no me beneficia. Yo le voy a tener que explicar al niño: "Mira Adri, tus compañeros van a pasar pero tú no".
Y es que según la madre de Adrián pasar de curso le perjudicaría. "No va a estar a la altura, se va a frustrar, va a ver que sus compañeros sí pueden y él no. Al final, le van a sacar para darle clases de apoyo, con lo que va a pasar más tiempo fuera que dentro del aula. Y además, si se matricula en Segundo, seguramente el año que viene tenga que repetir porque no va a llegar a los objetivos. Entonces tendré que explicarle que tiene que repetir, después de un año de vinculación emocional con sus compañeros, algo que ahora no tiene porque lleva un año en tratamiento y separado de ellos", explica visiblemente afectada.
Adrián lleva desde los 3 años en tratamiento, y con la llegada de esta nueva fase de quimioterapia oral, llegaba "un poco la luz al final del túnel. Algo que para mí debería ser feliz, el volver a la rutina después de este año, bendita rutina, volver a ir con mis dos hijos juntos, después de un año yendo sólo con su hermana y dejándole en casa... y me estoy encontrando con unas trabas y una desesperación que no puedo comprender", denuncia con tristeza Sara.
La leucemia es una enfermedad muy larga y para los niños son dos años de tratamiento. Adrián ya ha terminado con la parte más fuerte, y se encuentra en la fase de la medicación oral, quimioterapia oral. "Vamos una vez por semana o una vez cada 10 días a Salamanca para el tratamiento dependiendo de cómo salga la analítica. Que sea oral, no significa que no tenga efectos secundarios, ni que él esté en plenas facultades. Adrián tiene problemas de memoria por la quimioterapia, se levanta revuelto, físicamente no sé si podrá dar gimnasia, cuando a veces no puede subir las escaleras de casa... ¿De verdad hay necesidad de hacerle pasar al niño por esa frustración? No debería haber lugar para este debate", afea Álvarez que desea recibir una respuesta positiva por parte del inspector este jueves y que permita que Adrián curse primero de primaria.