Las asociaciones Cabrera Despierta, Cabrera Natural AEMS ríos con Vida, La Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, ARBA y más de 300 particulares presentan alegaciones a "la nueva amenaza hidroeléctrica que se cierne sobre el rio Cabrera, llamado 'Salto de Losadilla'".
Las asociaciones Cabrera Despierta, Cabrera Natural, AEMS ríos con Vida, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica y la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono y más de 300 particulares han presentado alegaciones contra la creación de una central hidroeléctrica que sobre el río Cabrera, en la población de Losadilla, en el término municipal de Encinedo (León). Todos ellos pidieron a la administración que se rechace el proyecto debido a los “impactos muy negativos”, tanto ambientales como culturales y económicos, que acarrearía a la zona, así como que “se priorice la protección del río Cabrera y su valle”.
Desde Cabrera Despierta explicaron que, tal como recoge el proyecto, se pretende represar el río Cabrera y su afluente el arroyo Pedro para extraer la mayor parte de su agua por unas tuberías durante 1,4 kilómetros, hasta llevarla a una turbina para la producción de electricidad, de manera que “los caudales ecológicos que se quieren dejar en el río en ese tramo son exiguos, un insulto y golpe mortal”.
En cuanto al turbinado, se haría vaciando ambos embalses que se originan tras las presas en ambos ríos, de forma que el caudal aguas debajo de la turbina “sería totalmente intermitente e irregular”, es decir, “escasísimo mientras se llenan los dos embalses y elevadísimo al vaciarlos para la generación de electricidad” . “Esta desnaturalización de los caudales se dejaría notar en toda la longitud del río, y tendría un efecto devastador en su biología, incapaz de adaptarse a cambios de caudal diarios tan bruscos”, por lo que “se degradaría el río para siempre”.
La asociación recordó que el río Cabrera y su valle, “son una de las últimas joyas fluviales que quedan en España”, al tratarse de un río de gran caudal “que discurre libremente sin obstáculos y sin infraestructuras hidráulicas que impidan su conectividad longitudinal a lo largo de prácticamente todo su recorrido desde su nacimiento en el Lago de La Baña”. En él, según apuntaron, se encentra “un nutrido repertorio de hábitats y especies que deben ser preservados”, entre los que destacaron alisedas, fresnos, nutrias, tejones, martas, ardillas y mirlos acuáticos, además del desmán ibérico y la trucha común.
Asimismo, pusieron de relieve que el proyecto tendría un “impacto severo, permanente y no reversible” sobre la red hidráulica de los Canales Romanos de Las Médulas, ya que la zona donde se pretende instalar la central hidroeléctrica se encuentra a pocos metros del canal C-1 en su zona de captación de agua en el río Cabrera, que además se trata de “prácticamente el único canal romano de Las Médulas del que se aprecia todavía con claridad la captación de agua sobre el río Cabrera”.
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