El Jefe de la Policía Local de Ponferrada, Arturo Pereira, declaró en la tercera sesión del juicio contra Pedro Muñoz en la que también prestaron declaración los vecinos, sus hijos y su exmujer, quien dijo no haber sufrido maltrato psicológico ni amenazas por parte del acusado.
Arturo Pereira, el jefe de la Policía Local de Ponferrada, declaró en la tercera sesión del juicio contra Pedro Muñoz por presunto intento de homicidio, lesiones agravadas, violencia habitual, injurias, amenazas y maltrato en el ámbito familiar contra la que fuera su esposa, la abogada Raquel Díaz.
El agente confirma durante su intervención que tenía la "mínima relación íntima" con Raquel Díaz y Pedro Muñoz, asegurando que tenía "una relación estrictamente profesional". Pereira habló con respecto al protocolo de actuación de la Policía en los casos de violencia de género. Comentó que "como en cualquier otro tipo de actuación, el protocolo es claro. El 112 nos transmite cualquier servicio, Una vez se recibe la información, y se dan las instrucciones a los compañeros que son invariables a las del 112. El lugar los hechos y los tiempos vienen dados por el 112".
Tras escuchar en la sala de la Audiencia Provincial la conversación entre el 112 y la Policía de Ponferrada, Pereira aseguró que pese a que dichos mensajes pueden ser leídos por los agentes, el agente "no tiene por qué verlo". Es decir, pudo o no ver el aviso.
Según Pereira, la dirección que el 112 transmitió a la Policía Local de Ponferrada, el 13 de marzo de 2018, fue Juan de Lama, 2. Y ha insistido en la "imposibilidad de manipular los chats con el 112".
La tensión en la sala de la Audiencia Provincial comenzó a subir a medida que continuaban las declaraciones del agente y las réplicas por parte de la acusación particular. El policía aseguraba que el teléfono que realizó la llamada al 112 estaba "asociado a Pedro Muñoz", sin embargo, la acusación mantiene que la titularidad era de Raquel Díaz. Además, en su declaración Pereira aseguro que "se hicieron las averiguaciones necesarias para confirmar que Pedro Muñoz era titular", algo que según la acusación particular es "imposible".
El intendente Jefe de la Policía Local de Ponferrada, Arturo Pereira, señaló que pudo ser un error que se valorase por parte de la Policía Municipal el incidente como “ruidos entre vecinos”, cuando el 112 trasmitió el incidente como “sin clasificar” inicialmente. ”. “La operativa fue, desde mi punto de vista, impecable”, defendió.
Además, reconoció que un manifiesto sobre su honorabilidad se había redactado a instancia suya tras conocer que se le pensaban atribuir acciones que incluso podían constituir algún delito.
“Para mí es importante mi honorabilidad, la personal y la profesional. Cuando se me cita para testificar y se me explica los motivos, me fui con un pesar y con el convencimiento de querellarme. No requerí a la familia; nunca estuvieron en mi despacho. Supieron que me quería querellar y se hizo ese documento. Me pidieron disculpas. Quería tenerlo para, en caso necesario, utilizarlo” manifestó en su declaración.
El juez ha advertido a la acusación particular para que termine su interrogatorio debido a la continua insistencia en la intervención llevada a cabo en Juan de Lama, 2. La acusación particular y Arturo Pereira no llegaron a un punto común en el porqué a pesar de presentarse en el piso, no se habló con nadie. Pereira aseguró que "sí que hicieron una búsqueda activa con la intención de buscar el incidente".
Un testimonio lleno de idas y venidas entre la acusación particular y el jefe de la Policía de Ponferrada ha concluido con la intervención de la defensa de Pedro Muñoz, que ha comentado que en el informe se asegura que el Jefe de servicio del 112 confirma que la ubicación de la llamada y de la intervención fue la asociada al teléfono desde el que se efectuó.
Los dos agentes que se desplazaron el 13 de marzo de 2018 a la vivienda de Juan de Lama, 2, han confirmado que la llamada se recibió por radio debido a un "error" con las tablets y el sistema operativo que se había implementado hacía relativamente poco. Sobre su actuación comentaron que tras acudir al edificio y no escuchar nada pidieron más información, pero esta no llegó y así terminó su búsqueda de una incidencia por "ruidos y molestias".
El agente de la Policía de Ponferrada, 3748, que fue quien recibió su información del 112 confirmaba que la primera llamada "estaba sin clasificar, y después de llevar a cabo la intervención se clasifica como ruidos y molestias".
A pesar de haber instalado en aquella época un nuevo sistema operativo, la comunicación de aquella noche se realizó a través de la emisora. El agente que aquella noche se encontraba en la centralita, no recuerda como calificó el aviso al Jefe de Servicio, y en su declaración ha asegurado que "no recuerdo si informé sobre ruidos o molestias, o si lo califiqué de otra forma".
El término de la tercera sesión ha contado con la participación del ingeniero informático que redactó uno de los informes aportados por la Policía Local de Ponferrada, en su intervención ha asegurado que la comunicación por las nuevas tablets ese día "se retrasaron" y además ha confirmado la imposibilidad de certificar la titularidad del teléfono desde el que se efectuó la llamada de auxilio, aunque ha expresado que si se pudo determinar que el usuario habitual era Raquel Díaz debido a varias llamadas anteriores.