Asaja apoya el trámite administrativo para elegir el próximo lunes presidente de la Denominación de Origen Bierzo

La organización agraria lamenta la "postura obstruccionista" que se ha mantenido por parte de "una minoría de miembros del Consejo".

22 de Mayo de 2014
Actualizado: 21 de Octubre de 2014 a las 00:05
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Asaja apoya el procedimiento administrativo que se ha puesto en marcha, esta semana, para dar una solución definitiva a la gobernabilidad del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo.

La organización agraria lamenta “la postura obstruccionista” que se ha mantenido por parte de “una minoría de miembros del Consejo” y confía en que el próximo lunes se elija “con la mayoría que establece la normativa” un nuevo presidente que “dé estabilidad” a la entidad para los próximos años. La persona que así resulte elegida tendrá “toda la legitimidad, reconocimiento y apoyo por parte de Asaja”.

Asaja lamenta que un ente tan importante para el desarrollo del sector vitivinícola, y por extensión de la comarca del Bierzo, ·lleve meses enfrascado en dirimir cuestiones internas a causa de  intereses particulares de bodegas que se anteponen al interés común de todos los viticultores y empresas vitivinícolas de la comarca”.

ASAJA espera que a partir del lunes, con un nuevo presidente al frente, el Consejo Regulador “apueste” por la calidad de la uva y el vino “cumpliendo y haciendo cumplir sus propias normas de funcionamiento”. Por eso esperan, que el órgano regulador de los caldos de calidad apoye “a quienes quieran iniciarse en el sector como viticultores o bodegueros, participe con fuerza e ingenio en todas las campañas de promoción que sean posibles, y se apunte a la apertura de nuevos mercados exteriores que hoy tan buenos resultados están dando al sector agroalimentario español”.

Por su parte, Urcacyl ha impugnado la convocatoria de pleno para elegir presidente de la DO Bierzo y ha interpuesto recurso de reposición contra la resolución dictada por la dirección general de Industrias Agrarias de la Junta de Castilla y León, en la que aceptaba la dimisión del presidente en funciones, Manuel González Verdial, y dejaba en manos de un funcionario la convocatoria del Pleno.