Para acceder a esta ayuda los compradores de vivienda deberán ser menores de 35 años e ingresar menos de 22.365 euros al año (tres veces el Iprem en catorce pagas). Además, deben permanecer un mínimo de cinco años en la casa y no pueden ser propietarios o usufructurarios de una casa en propiedad (excepto en casos de divorcios o causas ajenas a la voluntad del comprador).
Con este anuncio vuelve la ayuda social a la adquisición de vivienda, después de cinco años centrados únicamente en el alquiler. Además de estar enfocada al mercado libre, lo más novedoso de la ayuda es que todo el dinero se ingresará en un solo pago "para que los adjudicatarios puedan pagar la entrada del piso", según las fuentes de Fomento consultadas.
Los 10.800 euros que le concederá el Plan de Vivienda no podrán superar el 20% del precio total del inmueble. Para ello la vivienda debería costar menos de 54.000 euros, cosa harto complicada en las ciudades, pero posible en algunas zonas rurales. En el ámbito urbano, la ayuda de Fomento será más bien un empujón: un joven español podrá pagar con ella el 10% de un piso de 108.000 euros. Es decir, de 70 metros cuadrados, de media, ya que el precio medio de la vivienda cerró 2016 en 1.512 euros por metro cuadrado, según los datos de Fomento.
El Gobierno ha elegido la cifra de 10.800 euros por ser la misma que obtendrán los beneficiarios de ayudas por alquiler, en los tres años de vigencia del Plan Estatal. De hecho, la política inmobiliaria seguirá enfocada en el mercado del arrendamiento. El objetivo de Fomento es que España pueda acercarse a la media europea del 30% de la población que reside en alquiler frente al 21,8% actual.
Alquileres
El Plan también prevé la incorporación en régimen de alquiler de viviendas desocupadas en manos de una entidad pública estatal y de entidades financieras.
Para incentivar el arrendamiento juvenil, el Plan Estatal de Vivienda tiene otra novedad: se incrementa de 600 euros a 900 euros (en casos justificados) el importe máximo de las ayudas para alquileres. Así, los jóvenes -que cumplan los requisitos citados- que en vez de comprar un piso opten por alquilarlo, tendrán ayudas que les cubrirán hasta el 50% de la renta mensual. El resto, un 40%. Se suprime así el límite de 2.400 euros al año del plan 2013-2016.
Con este aumento, el Ministerio de Fomento pretende adaptar las condiciones de su plan inmobiliario a las circunstancias de determinados mercados de alquiler, como los de Madrid y Barcelona, en los que la alta demanda está disparando las rentas de los pisos. No en vano, el precio medio del arrendamiento se disparó un 16,5% en la ciudad condal y un 15,6% en la capital del país en 2016.
Los jóvenes y los mayores podrán contar con estas ayudas durante tres años, que serán dos para el caso de los subsidios destinados a los afectados por desahucios.
La rehabilitación, con especial atención a la eficiencia energética, será el otro gran pilar del plan, diseñado a partir del proceso de colaboración de las comunidades autónomas, que han remitido casi 250 propuestas. A partir de ahora, lo someterá de nuevo a las regiones, a la Federación de Municipios y Provincias y al sector, para aprobarlo antes de que acabe el año.