

El Tribunal Superior condena al fuera jefe de la Guardia Civil en Ponferrada, por un delito de "revelación de secretos" a una red de tráfico de estupefacientes que operaba desde Fabero y era punto de distribución de droga para todo Bierzo. El TSJ ha desestimado los recursos de apelación interpuestos por 3 de los acusados, y estima los interpuestos por el Ministerio Fiscal y el Abogado del Estado contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de León el 28 de diciembre.
Así, la nueva sentencia dicta a las penas de 12 meses de multa, con 10 euros de cuota diaria y responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas de multa impagadas, más inhabilitación especial para empleo o cargo público durante el plazo de un año, con imposición de una séptima parte de las costas procesales de la primera instancia.
El sargento, presuntamente, daba ‘chivatazos’ y avisaba a los otros acusados gracias al acceso que tenía a las investigaciones, entorpeciendo así el proceso policial.
La sentencia emitida este pasado 28 de diciembre por la Audiencia Provincial, y que ahora queda revocado y sin efecto, absolvía al que fuera en 2017 el sargento jefe en Ponferrada del servicio antidroga de la Guardia Civil para el Bierzo. Sobre él recaía la petición de la Fiscalía de 3 años de prisión y 10 años de inhabilitación por presuntos delitos de «revelación de secretos», «encubrimiento» y «omisión del deber de perseguir delitos».
La sentencia, eso sí, condenaba a tres imputados en el caso del desmantelamiento de esta banda organizada que tenía en Fabero y Ponferrada sus bases de operaciones y que conformaban una de las principales redes de distribución de droga en El Bierzo; en concreto para uno la Justicia impone pena de cárcel de 3 años y medio, otro 1 año y seis meses, y para el tercer integrante una pena de cárcel de 3 años.
Los hechos se remontan a marzo de 2016, cuando llega a zona, como sargento jefe del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ponferrada, el acusado, donde empieza a relacionarse con el que es su primo y amigo de la infancia.
Fruto de la relación personal entre ambos, y vulnerando el carácter reservado de las investigaciones de la Guardia Civil, el entonces sargento le comenta a su primo las investigaciones en curso sobre el grupo de droga.
El acusado -el sargento-, al objeto de tener controlada las investigaciones sobre el tráfico de droga en la zona, comprueba si existe alguna investigación en curso o pendiente sobre otro de los implicados y su primo, mediante el chequeo de su persona en la base de datos SIGO, al tiempo que reveló otros datos como fotografías o conversaciones y dictaba qué tenían que decir ante citaciones judiciales.