La plataforma contraria a la ejecución de la obra en los actuales términos, celebró asamblea abierta en un hotel ponferradino para explicar -y así llevaba por título la cita- "toda la verdad".
La plataforma señaló en la asamblea que el aspecto económico por las expropiaciones no es el más reseñable para dar apoyo o rechazar la obra. Insiten en la necesidad de modificar técnicamente el proyecto y desplazar la mota hacia el cauce del Sil, mucho más allá de algunos puntos donde se adentra 300 metros, y reducir su impacto de altura, en zonas sobre los 6 metros.
Una reación después de que el presidente de Confederación, Francico Marín, apuntase en declaraciones a la emisora SER-Bierzo, que estaría dispuesto a emplear los fondos de la quita en licitación para mejorar las cuantías de las expropaciones.
El proyecto se encuentra en licitación con un importe base de 2,3 millones de euros, pero las ofertas presentadas rebajan en su mayoría hasta un 40% esta cifra.
En total 14 empresas mantienen su pugna por llevarse la obra, y Dragados parece llevar ventaja, puesto que es la que mejor puntuación técnica atesora (16,35 puntos) y la oferta económica es también de las más comedidas (1.359.454 €). La baja mayor es de la empresa ICA Construcciones (1.345.768) si bien tiene una puntuación técnica de 11,10.
Ponfesil cree que los representantes de Toral de Merayo sólo buscan la construcción de un acceso que califican de "secundario", dado que apuntan el principal hacia Villalibre, como precisó el portavoz, José Luis García Alejandre.
Ponfesil ha conseguido recoger ya más de 5.000 firmas en apoyo a su petición para la modificación del trazado.