Una infraestructura no solo importante para los empresarios “sino para la España de la igualdad que está protegida en la Constitución”. Así definen desde la patronal empresarial al Corredor Atlántico Noroeste, protagonista en Madrid de la presentación de un informe impulsado por la Confederación de Empresarios de Galicia, la Federación Asturiana de Empresarios FADE y la Federación Leonesa de Empresarios que se ha hecho público este martes en Madrid.
Según este documento, el Noroeste “pierde peso” en la economía nacional y, de hecho, para converger con España actualmente se deberían crear 160.000 empleos más, debería haber 4.300 empresas exportando al mercado internacional o tendría que consolidarse el crecimiento de 2.120 empresas, entre otras cuestiones.
Por ello, “el Corredor no es un deseo, sino una exigencia”, en palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Una circunstancia que comparte el Gobierno, como dejó claro el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, dado que, para España "es una prioridad porque no solamente va a vertebrar una zona del país, sino que va a ser un elemento dinamizador a nivel económico y también social”.
“Ahora mismo, el Corredor tiene asignaciones de 1.695 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado y 2.500 millones en fondos europeos. Esto indica que esta infraestructura ya es una realidad, no solamente es un mapa. El compromiso presupuestario indica que es una realidad tangible”, remarcó el secretario de Estado.
En este sentido, recordó que es “la primera vez desde hace mucho tiempo” que los fondos dedicados al Corredor Atlántico, tanto a nivel Presupuestos como fondos europeos, se equiparan a los del Corredor Mediterráneo. Esos más de 4.000 millones ya asignados aún quedan lejos de los 7.884 millones que, según el informe de los empresarios, deberían desembolsarse en total para la finalización de esta infraestructura.
Para los empresarios, según hicieron hincapié en numerosas ocasiones durante la presentación, el Corredor es una infraestructura “clave” para Galicia, Asturias y Castilla y León, no solo en lo económico, sino también a nivel social. “Está de moda hablar de la despoblación. Y es que el problema que nos viene con este tema es brutal. Por eso los empresarios reclamamos recursos para luchar contra ella. Y el Corredor es necesario en esta cruzada”, señaló Garamendi, que denunció que en el norte “nos sentimos muy, muy olvidados”.
En la misma línea se pronunció el presidente de la Federación Leonesa de Empresarios, Juan María Vallejo, que definió esta infraestructura como “estratégica” para su provincia. “La situación del Noroeste difiere mucho del resto de España, con datos alarmantes en cuanto a descenso de población, de empleo, de renta per cápita y de crecimiento económico”, lamentó.
Por su parte, el presidente de Confederación de Empresarios de Galicia (GEG), Juan Manuel Vieites, subrayó “la necesidad” del Corredor para “la cohesión territorial del país”, una circunstancia “que tanto el Gobierno como el Ministerio tienen asumida”. A su juicio, esta infraestructura “atraerá talento e inversión y, por lo tanto, nuestras empresas serán más competitivas”.
Mientras, la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo, recordó que “el corazón” la economía de estos territorios “es industrial, y necesitamos y queremos que siga siendo así”. Pero para que ese “corazón” funcione “necesitamos infraestructuras que nos permitan ser competitivos. En un mundo conectado no podemos quedarnos atrás. No podemos ser una isla aislada en Europa”.
Riqueza local
El primer gran reto de esta infraestructura, según el informe ‘Corredor Atlántico Noroeste. Clave para el desarrollo de España’, es que la propia obra genere durante su ejecución una inversión en el propio territorio, ya que los estudios demuestra que solo uno de cada tres euros se realiza en empresas locales. Aun así, estaríamos hablando de unos 1.355 millones de euros, pero la aspiración debería ser llegar al 30 por ciento de inversión en la zona, lo que supondría unos 4.100 millones aportados a la riqueza local, con 34.250 empleados creados o mantenidos.
Una vez puesto en marcha, el Corredor serviría para salvar “un déficit histórico”: la reducción de los tiempos de desplazamiento, el incremento de la competitividad del ferrocarril, y la accesibilidad a las oportunidades de desplazamientos. En este sentido, el informe destaca que el 50 por ciento de las empresas considera que la mejora de la vía ferroviaria mejoraría su competitividad.