Según datos recopilados por el Ministerio de Fomento, en el segundo trimestre del año el alquiler se situó en Ponferrada en los 4,3 euros el metro cuadrado, es decir, una vivienda de 100 metros costaría 430 euros al mes. Esta cifra estaría por debajo de la media autonómica, ya que el alquiler en Castilla y León sería de 6,1 euros el metro cuadrado.
Por provincias, se situó en los 4,6 euros en Ávila; los 5,8 en Burgos; los 4,9 en León; los 5,2 en Palencia; los 7,3 en Salamanca; los 5,9 en Segovia; los 4,8 en Soria; los 6,2 en Valladolid, y los 4,7 en Zamora.
En cuando a las capitales de provincia, Salamanca es la más cara con 7,6 euros el metro cuadrado, seguida de Segovia con 6,6; Valladolid, con 6,4 y Burgos, con 6,1. Por debajo de la media autonómica figuran Ávila (4,9 euros), León (5,4 euros), Ponferrada (4,3 euros), Palencia (5,4 euros), Soria (cinco euros) o Zamora (4,8 euros).
La rentabilidad bruta en alquiler se sitúa en el 6,7% en Castilla y León
La vivienda se está convirtiendo en Castilla y León, con cierto retraso, en un nicho para la inversión ante la rentabilidad elevada que ofrece el alquiler, superior al 6,7 por ciento. Se trata de un negocio redondo, debido a la fuerte subida de las rentas, frente al menor crecimiento de los precios de compra. Todo ello complica el acceso a un casa a muchos ciudadanos, que ven como el esfuerzo mensual que requiere un arrendamiento es muy superior al que pagarían si la adquirieran con una hipoteca a largo plazo.
Un informe elaborado para Ical por Urban Data Analytics (uDA), socio tecnológico de Sociedad de Tasación, refleja que la rentabilidad bruta del alquiler, que mide el porcentaje anual de rentas en relación al precio de la compraventa, está ya por las nubes en la Comunidad, aunque muy por debajo de la media del conjunto del país. De hecho, ninguna provincia alcanza ese rendimiento medio en el alquiler que se situó en el 7,5 por ciento hasta junio.
La Comunidad es menos atractiva para el alquiler que las grandes ciudades o la zona costera, puesto que en lugares como Cataluña supera el ocho por ciento. Sin embargo, la rentabilidad media del 6,7 por ciento es muy superior a productos financieros como los bonos del Estado a diez años, que ofrecen unos beneficios del 1,6 por ciento. También, la revaloración del IBEX-35 en lo que va de año se sitúa en el menos 8,57 por ciento.
La explicación de este fuerte incremento de la rentabilidad se encuentra en la ‘tormenta perfecta’ que se da en el mercado inmobiliario. A una fuerte demanda de vivienda, con cierto recelo a la compraventa, se suma un crecimiento lento de los precios de venta con lo que muchos propietarios e inversores prefieren en este momento arrendar sus casas puesto que permite asegurarse unas mensualidades elevadas, que en ciudades como Valladolid, se situarían de media en los 600 euros, según los datos de Solvia.
Así, la rentabilidad bruta en Ávila es del 6,1 por ciento en el segundo trimestre, siendo la zona de Castilla y León con el porcentaje más elevado, por delante de Segovia (seis por ciento). A continuación figuran León y Valladolid con un 5,8 por ciento, seguida de Palencia (5,7 por ciento), Salamanca (5,4 por ciento), Burgos (5,3 por ciento) y Zamora (5,2 por ciento), en último lugar.
Estos valores son muy inferiores a provincias como Castellón (14,3 por ciento), Navarra (9,8 por ciento) y Sevilla (8,3 por ciento), donde sale más a cuenta alquilar una vivienda. La Comunidad se alinea con territorios de interior como Huesca o Lérida, donde el mercado inmobiliario presenta un menor dinamismo, que ronda el 0,5 por ciento, en función de la demanda y la oferta.
Dificultades
Entre 2014 y 2017, los hogares que optaron por el alquiler crecieron un 40 por ciento en Castilla y León, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras se redujeron un 5,9 por ciento los del régimen de propiedad. Sin embargo, los inquilinos se enfrentan a contratos de tres años y no de cinco, como preveía la anterior normativa, así como a la pérdida de la desgravación por las rentas abonadas.
En paralelo, la llegada de grandes inversores, como las sociedades propiedad del sector financiero, ha impuesto condiciones leoninas como son el pago por adelantado de hasta tres mensualidades como depósito para impago, un seguro que cubra esta eventualidad o un aval bancario, junto a precios elevados y una fianza para atender posibles desperfectos.