El Caleiro 'A Curuxa' de Corullón: Así funcionaba el epicentro industrial de la cal en El Bierzo entre los siglos XVI y XX

La industria de la cal en El Bierzo contó con su epicentro de producción en Corullón durante la Edad Moderna, concretamente desde el siglo XVI hasta el XX.

24 de Enero de 2023
Actualizado: 08 de Febrero de 2023 a las 10:02
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caleiro a curuxa corullon
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La industria de la cal en El Bierzo contó con su epicentro de producción en Corullón durante la Edad Moderna, concretamente desde el siglo XVI hasta el XX.

 

Foto: Infografía Caleiro A Curuxa en Corullón / Ayuntamiento de Corullón

 

Según las informaciones publicadas por el historiador, Vicente Fernández, "los caleros de Corullón atendían preferentemente la zona oeste y parte de la hoya berciana hasta Cacabelos" añadiendo que "de estos caleros salieron muchos miles de fanegas de cal, colmando las necesidades construcctivas de puentes, monasterios, iglesias, casonas, y palacios". Concretamente, recibía el nombre de El Caleiro de A Curuxa, restaurado y puesto en valor. 

Además, existen documentos físicos de contratos "entre canteros y maestros de cantería, en los que estos obligaban con particulares, mayordomos de iglesias, representantes y conventgos, sobre todo de Villafranca del Bierzo, en proporcionarles diversas cantidades de cal para hacer frente a las obras que estuvieran haciendo". Unas construcciones que se instalaban cerca de los caminos, con el fin de facilitar la conducción de la caliza desde la cantera hasta el horno.

 

Foto: Infografía Caleiro A Curuxa en Corullón / Ayuntamiento de Corullón

 

 

¿Qué es un caleiro? ¿Cómo se construía?

Estas infraestucturas eran construídas por los canteros, "tanto por oficiales como por los mismos maestros de cantería. Éstos contrataban a varios vecinos (entre tres y cinco) de los lugares próximos, para que recogiesen la leña necesaria para alimentar el horno. Según la capacidad del horno, esta labor podía ocupar a cuatro hombres durante 25 días", explica en una infografía el Ayuntamiento de Corullón.

 

Foto: Infografía Caleiro A Curuxa en Corullón / Ayuntamiento de Corullón

 

Los caleiros se colocaban aprovechando los desniveles del terreno para facilitar desde los carros las labores de descarga y procurando que todas las paredes del horno excepto el frente, donde estaba el hornillo, quedase protegido por tierra, para evietar pérdidas de calor, de ahí su nombre en El Bierzo: "caleros ahogadizos".

Una vez que había enfriado se colocaba la cal en canecillos y se cargaba en los arros para su transporte. En el interior, la roca caliza se calcinaba a los 900 grado centígrados. Una cocción que podría durante entre dos o tres días.

Cabe destacar, que según lo explicado en la infograía del Ayuntamiento de Corullón, "en el siglo XVI, en El Bierzo, una fanega de cal solía costar unos 11 reales y medio, por esas mismas fechas la cal que se utilizaba en la construcción del Monasterio del Escorial salía a un real".

 

Foto: Infografía Caleiro A Curuxa en Corullón / Ayuntamiento de Corullón