A partir del próximo 10 de mayo, una vez decaiga el estado de alarma, no habrá toque de queda ni cierre perimetral. Así lo confirmó este martes el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo. No obstante, aseguró que la Junta seguirá teniendo una “batería importante de herramientas” para contener la pandemia del COVID-19.
De esta forma, confió en que la evolución sea la que se está viendo estos días, en los que se empieza a notar el efecto de la vacunación. "Por tanto, dentro del optimismo, confío en que además esto nos haga ver que el estado de alarma ya no va a ser necesario dentro de unos días porque el ritmo de vacunación y de inmunización nos permite llevar otras condiciones de vida más relajadas, aunque seguirá habiendo algunas restricciones en el marco del acuerdo que tiene dictado la Junta de Castilla y León en función de los niveles de emergencia en los que nos encontremos".
Según Izquierdo, “son muy pocas las cosas que se pueden dejar de limitar sin el estado de alarma, y por tanto la Junta de Castilla y León va a seguir teniendo una batería muy importante de herramientas para tomar decisiones en la contención de la pandemia”.
El delegado del Gobierno realizó estas declaraciones tras mantener una reunión con los responsables de CEOE Ávila, la primera comprometida con la patronal de Castilla y León, para explicarles el Plan de Reconstrucción, Transformación y Resiliencia, que calificó como “un proyecto de país al que todos tenemos que contribuir”.