El Ministerio para la Transición Ecológica ha comunicado a Naturgy la autorización de cierre de la central térmica de Anllares. Esta será la primera clausurada en el Plan de Descarbonización del Gobierno, por el que prevé cerrar nueve de las 14 centrales de producción eléctrica con carbón que hay en España antes de junio de 2020.
Además, su desmantelamiento estaba anunciado desde que la central comunicó, en el año 2013, su imposibilidad para cumplir con los límites marcados por Europa al no invertir en las infraestructuras que reduzcan los óxidos de azufre y de nitrógeno de las emisiones. En su momento, Gas Natural Fenosa había incluido estas instalaciones en el plan de 17.500 horas, que permitían su continuidad hasta 2023 o hasta que se cubriera esas horas de funcionamiento.
En cuanto al futuro de los empleados, algunos de los 41 trabajadores con los que cuenta la central se acogerán a planes de jubilación y otros, en principio, se recolocarán en otros centros de la empresa. Así lo confirmó el presidente del comité de empresa, Roberto González (USO), que detalló que las reubicaciones afectarán a entre 10 y 12 trabajadores, mientras que el resto se jubilarán ya que son trabajadores que llevan en las instalaciones desde su conexión a la red en 1982, algunos incluso ya intervinieron en los trabajos de montaje. "Llevan 40 años en la empresa", apostilló.
De momento no hay una solución para los empleados de las subcontratas, otra docena de empleados de Masa Galicia y Seguridad. Para ellos se tratará de encontrar una continuidad de trabajo en las labores de desmantelamiento de la central térmica, que se prolongará durante dos o tres años. A ese respecto, González señala que habrá que esperar a conocer la empresa adjudicataria de esos trabajos.
Carbón para cinco días
La térmica de Páramo del Sil cuenta con carbón para cinco o seis días y cuando se acabe se procederá a su desmantelamiento o cierre definitivo. Un cierre ya anticipado a mediados de julio de este año, cuando el Gobierno dio a la compañía eléctrica un plazo de tres meses para llevarlo a cabo.
El director de la central térmica de Anllares comunicó a última hora de la tarde del martes al comité de empresa la llegada de la resolución del Ministerio de Transición Ecológica que autorizaba el cierre. "Ese era el papel definitivo que estaban esperando para el cierre de la central", explicó Roberto González, que detalló que ahora mismo tienen carbón para cinco o seis días en el parque de carbones y que lo irán quemando según Red Eléctrica Española autorice su conexión. "No creo que sea esta semana", puntualizó el presidente del comité.
"Puede ser que sea el lunes o el martes. Tenemos que funcionar cinco o seis días y a partir de ahí se procederá a la desconexión de los equipos y a dejar el centro en protección segura. Eso será en 15 o 20 días", añadió, "y luego pues se acabó".
Posible futuro
La dueña de la térmica, la eléctrica Naturgy, presentó a la Plataforma de las Regiones Carboneras en Transición un proyecto de continuidad para las instalaciones con el objetivo de dar forma a un ambicioso plan de restauración que incluirá una proyección de negocio para los habitantes del entorno, una vez que se proceda al apagado de la térmica.
De la mano de la comunidad autónoma de Castilla y León, la multinacional pretende una recuperación del terreno para que se rentabilice. La administración apoyará la presentación de este proyecto durante el encuentro que se celebrará el próximo 30 de noviembre en la ciudad polaca de Katowice en el que se decidirán los apoyos que la Unión Europea (UE).