El vecino y conocido autor de libros como la Historia de Camponaraya, notificó en las últimas horas el hallazgo de una tumba de tipo castrense en una colina en la que cree que se esconde un antiguo poblado, origen después del desaparecido barrio medieval de La Barrancada.
El vecino de Narayola y conocido estudioso y autor de varios libros sobre la historia del municipio de Camponaraya, Alfonso González Guerrero, se guió hace unos días por las últimas referencias descubiertas en los archivos y por "las historias de la gente, que decían que ya en este sitio habían aparecido en las labores del campo o de la viña, restos de tumbas hace años" para excavar en una pequeña extensión de unos 30 metros cuadrados, donde encontró una tumba, los indicios de otra adyacente "y una línea mural" que hace adivinar el trazado de piedra de una mayor estructura o conjunto de ellas.
Fue en una parcela de una vecina que accedió a permitir las prospecciones, en su soto de castaños. Con la ayuda de una retroexcavadora, y a un metro y medio de profundidad, apareció una gran losa de pizarra, de unos dos metros de larga, unos 60 centímetros de ancha y más de 8 de grosor. Bajo ella aparecieron los restos de un antiguo hombre adulto, con heridas en la cabeza que pudieron causarle la muerte "al parecer con un arma u objeto contundente".
La forma de enterramiento, rodeado de grandes piedras, se asemeja al estilo castrense prerromano.
Además, a escasos metros, se levantaba el también castro Naraya. "Puede ser otra población celta, de las muchas que habría en la zona". Es la teoría que cree más probable Alfonso González, que en todo caso, "de no ser así, se trataria de un poblado de la primera Edad Media" (o alta Edad Media) entre los siglos IV y X.
La misma propietaria del soto "recuerda que cuando era niña en este mismo sitio, arando, encontraron otra losa de lápida, con inscripciones, pero la metieron en los cimientos de su casa, porque, como decía 'entonces no sabíamos nada, y era una buena piedra'".
"Si encontráramos una lápida con inscripciones podríamos detallar el origen de este cementerio y la historia de los orígenes de lo que aquí había". Por ello ha notificado a los servicios de Patrimonio y Cultura de la Junta el descubrimiento "para que lleven a cabo excavaciones o nos autoricen a seguir, porque también hemos encontrado otra gran losa al lado que parece ser de otra tumba, y restos de una línea mural que podría ser de una antigua iglesia, o de un poblado castrense". Además, también han extraído tégulas y restos de cerámica.
De la zona, conocida como el paraje La Barrancada, Alfonso González ha encontrado referencias en los archivos desde el año 1.008 (s.IX), y en diversas crónicas de los libros de Santa María de Carracedo "se cita el posterior barrio de La Barrancada, donde existían huertas" para acopiar de productos al monasterio.
"Quizás se trate de restos de antiguos habitantes de este primer poblado, o restos prerromanos sobre los que luego se fue asentando el barrio de La Barrancada".
Lo que tiene claro el descubridor es que realizar catas arqueológicas en la zona permitiría conocer y concretar más la historia de esta zona que fue fuente de los pobladores del Bierzo.