Las intensas lluvias y nevadas de enero, han propiciado que el embalse de Bárcena encare la última quincena de febrero al 67% de su capacidad, 30 puntos por encima que en diciembre, cuando estaba al 36,81%.
Pese a que febrero no ha sido un mes con importantes precipitaciones, ha sido la nieve caída durante enero, y su posterior deshielo los que han 'ayudado' a que el embalse berciano repunte y tenga un volumen de 234,12 hm³. Además, el embalse está también muy por encima de lo que estaba hace un año, cuando tampoco llegaba al 40% de su capacidad.
Las predicciones a medio plazo de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil indicaban un trimestre de diciembre a febrero, con precipitaciones dentro de las habituales, lo que llevaría a la normalidad, de forma progresiva, a todo el territorio de la Demarcación del Miño-Sil. De cumplirse esta previsión, la situación será de normalidad en relación con la escasez en todo el territorio a final del mes de diciembre de 2022 y en relación con la sequía prolongada a final del mes de enero de 2023. Sin embargo, no se han pronunciado todavía sobre si se levanta el estado de sequía.