El enólogo berciano Raúl Pérez reconocido como “Enólogo del Año” y “Mejor Enólogo del Mundo” recuerda sus primeros pasos y su historia con el vino en una entrevista publicada en diario de mayor tirada de Puerto Rico, el Vocero.
El viticultor berciano, que cuenta en su haber con 200 etiquetas en la lista The Wine Advocated de Robert Parker, ha narrado su experiencia con el mundo del vino en una entrevista realizada en el diario el Vocero de Puerto Rico. En ella explica sus comienzos en el mundo del vino, sus proyectos tanto nacionales como internacionales, la importancia de la naturaleza y sus proyectos futuros.
Pérez, originario de Valtuille de Abajo, destaca en la entrevista concedida al medio más leído de Puerto Rico, la importancia de que sea un negocio familiar, ya que tanto su abuela como sus tíos, primos (y muchos ancestros más) se han dedicado generación tras generación a la producción del vino a través de bodegas Castro Ventosa, y explica al diario “no sabemos de otra cosa, todo el pueblo hace vino”.
Sin embargo, aunque reconoce que el vino nunca fue su primera opción, recuerda en esta entrevista que estudió "enología, luego ingeniería y 1993 me incorporé a la empresa familiar. Ese mismo año fue mi primera cosecha, una malísima y con una helada muy grande”. Pérez destaca además, que tras lo aprendido tomó la decisión de regresar a su casa en El Bierzo, "segmentamos los viñedos en diferentes zonas, porque había diferentes altitudes, orientaciones y perfiles. Vivimos en una zona que es increíble y que recientemente ha evolucionado en la elaboración de vinos de parcela y zonificaciones... Un poco como lo que vimos en Borgoña, Francia”, explica el vinatero.
El enólogo que destaca en la entrevista su respeto hacia la naturaleza y enfatiza que entiende que "la gente quiera mecanizar todo, pero al hacerlo se pierde una parte" y explica que "una cepa de 100 años no va a sufrir el cambio climático como una de cinco años, porque tiene una raíz a 25, 12 y 10 metros (82, 39 y 30 pies, respectivamente) de profundidad. Mientras que una cepa joven tiene una raíz a 50 centímetros (127 pulgadas)". Por último sentencia que es necesario que "las nuevas generaciones desarrollen sensibilidad con el entorno, las plantas, la tierra y que entiendan que deben cuidarlos".
Sobre el futuro de sus proyectos el viticultor explica que no tiene "obsesión de que mis hijos trabajen en el mundo del vino y continúen lo que empecé" y añade que su aspiración "es a abrir mis botellas dentro de 20 o 30 años y que estén bien”.
Puedes leer el artículo completo haciendo CLICK AQUÍ