Afirma que de su etapa anterior como presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo ha ‘importado’ a la institución provincial la capacidad de diálogo y consenso. Acostumbrado a las estrecheces de la sede de esa entidad, el Palacio de los Guzmanes que ahora ocupa en la capital le supone un contraste al que se habitúa progresivamente. Concejal y segundo teniente de alcalde de Bembibre, Gerardo Álvarez Courel (Ponferrada, 1966) menciona con frecuencia a su tierra, sin olvidar que la mayoría de su tiempo lo ocupa ahora toda la provincia, para la que desea poder frenar una despoblación que no cesa
¿Se imaginaba que iba a cruzar tantas veces el puerto de El Manzanal para venir a trabajar a León?
No. Por mi actividad profesional, antes de ser presidente del Consejo Comarcal lo atravesé muchas veces, porque venía como ingeniero técnico-industrial a tramitar documentación a la Junta. Me tocó cruzarlo varias veces, pero nunca pensé que fuera de esta manera, a diario.
¿Desde que ha asumido el cargo, ha variado en algo su visión de la provincia?
Siempre he dicho que soy del Bierzo y que, por supuesto, defiendo a la tierra en la que nací, en la que me he criado. También es verdad que estudié mi carrera universitaria en León y no es algo que me pille de nuevo venir a la capital. He tenido la suerte de viajar por diferentes partes de la provincia, sobre todo la parte de montaña que es la que más me gusta, y siempre he pensado que tenemos una tierra espectacular, que es excelente, que tiene una cantidad de recursos que muchas veces dentro de la propia provincia ni conocemos y que, desde luego, lo que sí muy claro es que el día que nos creamos todo lo bueno que tenemos...
¿Quién no se lo cree?
Creo que fuera, cuando salimos, la gente de León, la gente de El Bierzo, la gente de la Maragatería, de cualquiera de las comarcas de nuestra provincia, defiende muy mucho de dónde son sus orígenes y lo defiende con orgullo. Y después, dentro no nos terminamos de creer todo eso que tenemos. Hay gente que, por supuesto, y me incluyo en los positivos, creemos en el potencial que tiene la provincia pero hay gente que duda. Donde más lo he vivido, pues en El Bierzo algunos casos en concreto como puede ser Las médulas, que tienen un potencial espectacular que todo el mundo reconoce y para los habitantes de Las Médulas es más un inconveniente que una ventaja.
¿Qué falla o de quién es la responsabilidad y tiene que ser la acción para que eso pueda cambiar algún día?
De entrada, por un lado, quizá los responsables políticos no hemos sabido mentalizar a la gente, quizá también hay gente que no quiere la repercusión que pueda tener, como en el caso de Las Médulas, un Patrimonio de la Humanidad. A algunos les gusta ir a los pueblos y que todo esté como antes, que ibas con las madreñas pisando el barro y qué bonito era. Quince días al año está muy bien, los 350 restantes no está nada bien. Hay gente que desde fuera cree que todo es mejor que esté como estaba antes y, claro, la gente que vive en los pueblos no quiere eso. Por eso muchas veces también rechazan el incremento de visitantes, porque les supone una inconveniencia en su tranquilidad. Eso debería venir complementado con mejoras en su calidad de vida, en sus servicios, que igual tampoco se producen y por eso lo rechazan. Los responsables primeros debemos ser quienes estamos en la política, porque tenemos que ofrecer las contrapartidas adecuadas para que el visitante no sea un peligro, un inconveniente para el habitante. Muchas veces los políticos miramos solo para nuestro ombligo y no para el bien común o para la generalidad. En los ocho años que estuve de presidente del Consejo Comarcal encontré varias situaciones en las que el tener una diversidad en la opción política de quienes gobernaban algún ayuntamiento hacía que cualquier propuesta no se valorara. Hay que tener esa altura de miras para ver qué es lo bueno para una zona independientemente de quién lo proponga.
¿Echa algo de menos del Consejo Comarcal y se ha traído alguna receta de trabajo de allí para esta institución?
Echar de menos, bueno, pues que viajaba un poquito menos; no es lo mismo ir de Bembibre, que es donde vivía, a Ponferrada que venir a León. También es verdad que era una institución en la que llevaba ocho años como presidente y vamos a decir que le tenía cogido el funcionamiento. Creo que lo que me he traído para León y además en la circunstancia en la que estamos gobernando es bueno, es una capacidad de diálogo y de consenso y de creación de grupo muy importante. Creo que lo conseguí honestamente y no es por tirarme flores, creo que lo conseguí en el primer mandato cuando gobernamos con Coalición por El Bierzo, terminamos siendo un equipo de gobierno unido, no un equipo de Partido Socialista y Coalición por El Bierzo, sino un equipo de gobierno único. Mi objetivo, por supuesto, es que el equipo de gobierno de la Diputación Provincial no sea un equipo de gobierno de PSOE y de Unión del Pueblo Leonés, sino que sea un equipo de gobierno.
Su antecesor reconoció que el mayor marrón heredado era el consorcio de gestión de residuos, Gersul. Está en vías de distinción, pero la Diputación va a mantener la competencia sobre municipios de menos de 5.000 habitantes. ¿Va a ser nuevamente con una adjudicación?
El contrato todavía está en vigor y nuestro objetivo es que a partir del día 1 de enero el servicio pase a ser llevado por la propia Diputación Provincial de León. Creo que con los errores que se han cometido en todos estos años, que no voy a echar la culpa a nadie, está claro que hay que tomar una decisión sobre si hay que hacer un nuevo contrato y en qué condiciones, asumiendo esos errores, o si se debe pasar a una gestión, no voy a decir municipal, sino una gestión ya completa, incluido el tratamiento por parte de la Diputación Provincial. En eso es en lo que estamos y todavía, por supuesto, no hay ninguna decisión tomada al respecto y se hará en función también de lo que los técnicos nos transmitan. No hay ninguna decisión en cuanto a decir que tiene que seguirse haciendo por medio de una gestión privada o debe hacerse por medio de una gestión pública.
El presupuesto de 2023, de 174,5 millones, batió récord. ¿Está avanzado el próximo y se espera superar esa cifra?
La verdad es que no puedo hablar de él a estas alturas, porque hemos estado cambiando el sistema de gestión económica, de administración electrónica que teníamos y eso nos ha generado un retraso en la conjunción de todos los presupuestos de los diferentes departamentos. En los próximos días tendremos ya la suma de las diferentes áreas y servicios y a partir de ahí pues ya diremos si es más o menos. No sé si rondará la misma cantidad o será más. El objetivo sí es que se pueda aprobar el presupuesto antes de que acabe 2023.
En los 100 días que va a cumplir de mandato próximamente, ¿qué es lo que más le ha sorprendido, si es que ha sido algo para bien y quizá no para bien de lo que es la institución?
Lo que sí tengo muy claro es que los 100 días se han pasado volando. O sea, eso desde el 23 de agosto que tomé posesión ya tuve que empezar de cero a cien en muy poco tiempo porque había que hacer frente al pago de las nóminas del mes de agosto de todo el personal de la Diputación Provincial y desde luego tuve que ponerme enseguida las pilas para firmar todos los documentos que había que firmar para hacer frente a ese pago. No me dio tiempo casi ni a llegar y decir
‘¡menudo edificio más espectacular, es un lujo!’. Para mí, que vengo de una institución que estaba de alquiler en unos despachos, compartiendo edificio con medios de comunicación, con agencias de transporte, con despachos profesionales... llegar a un edificio como el Palacio de los Guzmanes... Y por decir algo negativo, creo que estamos demasiado dispersos, incluso los que están en León. Quizá se debería tratar de unificarlos, pero entiendo que es en un edificio como éste, por supuesto, es imposible. También entiendo que no seré yo el que diga que hay que irse para otro edificio. Solo faltaba, teniendo la maravilla que tenemos aquí y en pleno centro de la ciudad.
Planteó varios pilares en su gestión para luchar contra una despoblación que no cesa, solo superada por Zamora y Jaén. ¿Cree posible revertirla o habrá que conformarse con no acentuarla?
En algunos casos, quizá por ser positivo, creo que sí es posible revertir esa situación. Pero no nos engañemos, no es posible hacerlo en todos los municipios. Yo me conformaría y para mí sería, creo que en cuatro años un balance muy positivo, conseguir frenar la despoblación, no que aumente la población sino frenar la despoblación, es decir, que puede haber una compensación entre el número de personas que nacen y el número que muere, las que vienen y las que se van, que hubiera esa compensación y que no hubiera pérdida de población. La gente abandona sus casas en el pueblo para vivir en un núcleo donde tengan más servicios, que es el objetivo. Si conseguimos en la parte que nos toca, incluso alguna vez asumiendo alguna competencia que no es propia, invertir adecuadamente en los pueblos, creando un poco esas infraestructuras para que no se sientan desplazados... Unos de los ejemplos es la oficina móvil del banco o el convenio que hemos firmado con las farmacias Es un proceso difícil en el que nos vamos a empeñar, por supuesto, pero desde luego es un proceso más difícil.
¿Qué más se podría hacer en este mandato de lo que no se haya hecho hasta ahora?
El objetivo, más allá de concretarlo en algo, es dotar adecuadamente, insisto, dentro de nuestras competencias, porque muchas veces una diputación asume competencias que corresponden a la Junta de Castilla y León, incluso al Estado, y es la diputación la que invierte sus dineros. También es verdad que a veces es en colaboración con esas dos instituciones para que se pueda trasladar a los puntos de la provincia. Está claro es que tenemos que invertir en desarrollar programas que hagan que se asiente la población. ¿Cómo conseguimos que la población se asiente? Teniendo servicios. Estamos hablando de la importancia que tienen las telecomunicaciones en los pueblos para que puedan establecerse personas que, pudiendo que le trabajen desde sus casas en un pueblo. Pero no solo es eso, tiene que haber unas comunicaciones adecuadas, es decir, las carreteras que dependen de la Diputación, esos 3.300 kilómetros que tiene en propiedad, tienen que estar adecuadamente para que la gente pueda viajar y moverse por ellas, y por supuesto, las que corresponden a la Junta y al Estado; todo tiene que ser una conjunción. Y otro tipo de servicios... de nada me vale estar trabajando en Caín si cada vez que necesito algo básico me tengo que desplazar, ya no digo a Posada de Valdeón, sino a Riaño o donde sea. Si tener una buena situación de telecomunicación con 5G en Caín no lo complementas con algo que haga que las personas que vivan allí y cuando tengan una necesidad la puedan cubrir, de nada nos vale. Será muy bonito para los turistas que van a hacer la ruta del Cares, será estupendo, pero desde luego no será bueno para quienes quieren vivir en Caín.
El turismo se presenta siempre como baza de crecimiento económico. ¿Hasta dónde cree que puede llegar la institución para atraer más visitantes o para prolongar su estancia?
Está claro que el turismo es una fuente generadora de riqueza en cualquier sitio. ¿Hasta dónde están manos de la Diputación hacer algo para conseguir que las visitas a la provincia aumenten o que la duración de las visitas a la provincia sea mayor? Creo que lo que tenemos es que ir todos de la mano, es decir, el consorcio provincial, León, más la Diputación en crear una oferta global. Incluso dentro de nuestra provincia, hay gente en Caín que no sabe que existen Las Médulas y viceversa.
El AVE ha supuesto un impulso importante para que nos visite gente desde Madrid hasta León, pasando por las demás provincias, pero al final la gente viene, se toma algo por aquí, se pasa el fin de semana, disfruta de la capital y se va. León tiene muchísimo más como provincia que ofrecer. ¿Qué es lo que tenemos que poner en valor? Todo lo bueno que tenemos de los diferentes aspectos turísticos que hay, porque hay a quien le gusta el turismo de naturaleza, patrimonio histórico, cultural, artístico... todo eso hace que cualquier persona que venga aquí, incluso sin cambiar, simplemente dedicándose a aquello que le gusta, tiene para estar mínimo 15 días en nuestra provincia, sin exagerar. Todo eso es lo que creo que debemos potenciar más y conseguiremos que la gente haga estancias de más duración. No podemos evitar que la gente que viene de Madrid en el AVE y viene a pasar el día o el fin de semana a León, lo siga haciendo, pero podemos tratar de decirle que puede venir un sábado de esta semana y marchar el domingo de la otra semana, porque desde León tiene algo para hacer diferentes recorridos por diferentes zonas que le van a encantar.
¿En qué se va a concretar el apoyo de la Diputación a Villafranca del Bierzo para acoger Las Edades del Hombre el próximo año?
Estamos en contacto con el Ayuntamiento de Villafranca y nos hemos ofrecido para ayudar, como siempre, económicamente. Villafranca va a ser el foco de toda España y de parte del mundo también durante la exposición, porque nos guste más o nos guste menos es una exposición que atrae a muchísima gente de todo el mundo, no solo de diferentes rincones de España. Villafranca, añadido a eso, tiene el lujo de estar en el Camino, de contar con la Puerta del Perdón, que es la que con la que obtenías el jubileo si no podías llegar a Compostela. Honestamente, creo que eso va a ser bueno, muy bueno para Villafranca y por supuesto la Diputación va a colaborar dentro de sus posibilidades y sus competencias para ayudar a que sea un éxito.
La consolidación del Servicio de Prevención y Salvamento (Sepeis) es uno de los asuntos pendientes para este mandato. ¿Cuáles son las previsiones?
Estamos finalizando, aunque ya están operativos, los cuatro parques de bomberos tipo 2, lo estamos rematando con la empresa Tragsa, pero ya han hecho más de 200 intervenciones. Por tanto, en ese aspecto estamos funcionando. Desde luego, el objetivo es en este mandato tener finalizados los parques de bomberos tipo 3A, que es lo que, por otro lado, nos impone la profesionalización del personal. Es decir, son bomberos profesionales hasta los parques 3A, con lo cual vamos a finalizar esos parques tipo 3A para que en este mandato la cobertura del Sepeis sea la más amplia posible. Soy segundo teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente de Bembibre y no me perdonaría nadie en mi municipio si el parque 3A de allí no se lleva a cabo. A la mayor brevedad empezaremos con todos los parques de bomberos tipo 3A, que es el objetivo para este mandato.
Otro asunto casi histórico es la posible fusión de las estaciones de esquí de San Isidro y Fuente de Invierno… lo primero será la conexión eléctrica. ¿Cree que llegará a culminar esa unión?
La verdad es que es una de las patatas calientes que te encuentras cuando llegas a la Diputación, pero bueno, si al final el tema del suministro eléctrico que era uno de los temas importantes se está solventando y se está llegando a una solución, creo que no es difícil. Volveremos a reunirnos con el Principado, veremos también qué es lo que hay, porque encima de la mesa hay diferentes posturas y, desde luego, lo que la Diputación va a defender siempre es la postura que beneficie a nuestra provincia. No hemos tenido esa reunión, luego es adelantar acontecimientos... vamos a ver qué solución que se puede plantear y si efectivamente se puede implantar. Si se puede implantar, lo haremos. Entiendo, insisto, siempre que sea beneficiosa también para nuestra provincia.
¿Cree que se puede mejorar la colaboración o la interacción entre la Diputación y el Ayuntamiento de la capital?
La relación con el alcalde de León, es muy buena, es muy cordial, y desde el primer momento nos hemos puesto a disposición para colaborar en todo lo que podamos, porque también entiendo que tiene que haber una cordialidad. Me remito a las afirmaciones del anterior alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, cuando decía que no entendía El Bierzo sin Ponferrada ni Ponferrada sin El Bierzo. Pues no se entiende la provincia de León sin León capital, ni León capital sin la provincia, porque al final también se nutre de todo lo que viene desde nuestra provincia. No diré que estamos condenados, porque parece como que fuera una obligación, pero sí es verdad que tenemos que entendernos, y desde luego, mi objetivo, y creo que en ese aspecto José Antonio también lo comparte, es tener un buen entendimiento y colaboración.
¿Hay algún objetivo específico que se plantee como irrenunciable para este mandato?
La verdad es que no; la Diputación lo que tiene que seguir es trabajando para dar servicios a la ciudadanía. Nuestros ayuntamientos son muy pequeñitos y una de las cosas que tenemos que aumentar es el Servicio de Asistencia a Municipios y empezar a actuar cuanto antes para poder dotarlo de personal adecuado. Eso debería complementarse con la ayuda de la Junta a través de la Consejería de Presidencia. Saben perfectamente; es más, el actual consejero ya es un experto en la materia y conoce perfectamente la situación de los servicios de asistencia a municipios de toda la Comunidad no solo de León. En ese aspecto lo que sí hay que pedir es que haya una implicación mayor, porque necesitamos atender a los municipios y por supuesto a la gente.
¿Cuáles son sus principales reivindicaciones a la Junta y cuál será su estrategia para intentar conseguirlas?
La estrategia yo creo que es solicitarlo con lealtad institucional, siempre lo he dicho. También es verdad que soy el secretario para El Bierzo del PSOE, con lo cual alguna vez tendré que hablar también como político, que me toca, pero lo que está claro es que hay dos líneas de actuación principales; por un lado, por un lado la que acabamos de hablar, del Servicios de Asistencia a Municipios y, por el otro, la cofinanciación de todo lo que tiene que ver con la extinción de incendios, es decir, los parques de bomberos. Se están haciendo con fondos que vienen de Europa y lo que le pedimos a la Junta es que luego, en el funcionamiento, haya una cofinanciación. No estamos pidiendo nada nuevo sino lo que hacen otras administraciones autonómicas con los parques de bomberos provinciales. Castilla y León, en ese aspecto, tiene que implicarse económicamente más. En todo lo que podamos colaborar nosotros lo hacemos, pero está claro que la administración que tiene las mayores competencias es la Junta. Luego tiene que implicarse más, con la Diputación y con la provincia de León. Tenemos que batallar las competencias impropias. El problema es que al final la administración autonómica se pone de perfil y dice, ah, hagan ustedes, no. Es decir… no digo que no le tenga que reclamar al Estado una financiación a mayores para que pueda asumir esos costes, si realmente no lo tiene, aunque luego después en ejecución de los Presupuestos les quedan unas cantidades muy importantes sin llevar a cabo. Pero lo que sí está claro es que esas competencias impropias, una de dos, o pasa a realizarlas y llevarlas a cabo la administración que las tiene o si las competencias las desarrollan los municipios o las diputaciones, lo que está claro que tiene que tener la financiación para que se puedan llevar a cabo. Si no, igual a una institución como la diputación el ahogo no le supone tanto, pero hay ayuntamientos en los que la situación puede ser grave si no se toman esas medidas de cofinanciación por parte de la Junta.
¿Ha tenido la oportunidad de pedirle algo al presidente de la Junta para León y qué es lo primero que tiene en mente?
No tengo ningún inconveniente en tener una reunión con el presidente; es más, es posible que la solicitemos. Lo primero es que la Junta invierta de sus recursos en la provincia de León, que no invierta solo de los recursos que vienen de otras administraciones o de fondos que vienen de Europa. Hasta donde yo sé, como los fondos europeos pasa igual que con los fondos del Plan del Carbón, se gestionaban a través de convenios con la Junta y la Junta luego vende que invierte unos dineros que realmente vienen del Estado español a través de los fondos europeos. Luego lo que se le pide a la Junta, y se lo llevamos pidiendo ocho años en El Bierzo, es que invierta fondos propios, que no invierta aquellos que vienen de otras administraciones como fondos propios. Si yo a mi hijo le doy un euro para que vaya a comprar el pan, el panadero dirá que el que tiene el dinero es mi hijo, pero es que el dinero se lo di yo.
¿Qué espera del nuevo Gobierno central para la provincia y a quién se lo va a reclamar?
Todos tenemos en mente cuáles son las necesidades de nuestra provincia. Tenemos a Óscar Puente como ministro de Transportes, pues todo lo que tiene que ver con nuestras infraestructuras se lo vamos a trasladar, pero pretendemos tener reuniones con todos los ministros y ministras de quienes dependan nuestras peticiones, para que queden sobre la mesa y que quede claro que León no va a renunciar a ninguna de sus infraestructuras. Durante ocho años he estado pidiendo que se solucione el lazo del Manzanal como presidente del Consejo Comarcal y no me olvido ahora como presidente de la Diputación, de que es una infraestructura necesaria, ya no solo para los viajeros sino para las mercancías. La A-60 León Valladolid, la A-76 Ponferrada-Orense... Lo que hay es que ir haciéndolo poco a poco. Lo que no se puede es estar en estudios, estudios, estudios, estudios. Debe ser algo que se lleve a cabo ya. La gente quiere es ver las máquinas trabajando. Las carreteras no están bien, ahí ya asumo la parte de culpa que tengamos como Diputación de las que son de titularidad provincial, no lo estén; pero es verdad que no todas las carreteras tienen el mismo tránsito, aunque todo el mundo tiene derecho a ese tránsito. Creo que todos los ministerios saben de sobra cuáles son las reivindicaciones que tenemos para nuestra provincia. Los alcaldes que recibo en mi despacho lo primero que me vienen a preguntar siempre es por las carreteras. Está claro que no solo hay que ir a exigir, también hay que ir a ponerse a disposición, que eso también es algo que igual la gente no entiende, que no solo hay que pedir, sino que también hay que dar. Y nosotros en ese aspecto, pues damos todo el apoyo que nos pidan.
¿Hay algo del funcionamiento de la institución que cree que debería y podría mejorar?
Quizá, por lo que vamos viendo, pues la tramitación de algunos expedientes. Y no quiero ceñir a ningún departamento en concreto, pero es verdad que algunas de las quejas que hemos recibido tienen que ver con eso, con las convocatorias de subvenciones de los diferentes ámbitos que tiene la Diputación, que se resuelven o tarde o que todavía no están resueltas. En ese aspecto vamos a tratar es de agilizar nuestra administración para que las convocatorias se resuelvan pronto y desde luego bien, claro.
¿Le han pegado algo de leonesismo sus socios de gobierno de la UPL?
Yo soy de El Bierzo, me siento muy orgulloso de haber nacido en mi tierra, en Ponferrada, y de vivir ahora en Bembibre, con lo cual no vivo donde nací, aunque siga viviendo en la misma comarca, pero como he dicho antes, yo también me siento muy orgulloso de ser de León. Es decir, nuestra provincia tiene zonas espectaculares y cuando uno se enamora de su tierra, no le cuesta defenderla; para nada. En ese aspecto sigo entendiendo que somos una provincia, que pertenecemos a Castilla y León, porque así se hizo en su día y el Estado de las autonomías está compuesto así. La Junta ha sido poco de León y la prueba está en cómo estamos económicamente y cómo está en otras provincias. Salamanca, Valladolid, Burgos han sido el eje vertebrador de la Comunidad y el resto, León, queda un poquitín en la orilla. Por tanto, en ese aspecto, por llamarlo de alguna manera, de injusticia, sí comparto lo que dicen los diputados de la Unión del Pueblo Leonés.
¿Cree que hubiera sido distinto si el PSOE gobernase la Junta?
Totalmente. Tengo muy claro que si en el año 2019 el partido que hubiera gobernado la Junta fuera el PSOE, hoy las cosas serían muy diferentes y cuando digo muy diferentes me refiero a mejores, porque está claro que la sensibilidad que tienen los procuradores y procuradoras del PSOE en León pero en general en toda Castilla y León, y más si Luis Tudanca hubiera sido el presidente, que vive en León, creo honestamente que las cosas hubieran cambiado para mejor. Por supuesto, que los cambios, por desgracia, no son de la noche para el día, pero tengo muy claro que hubiera habido mucha más implicación de la Junta de Castilla en León.
Está pendiente la presentación de la moción pro-autonomía en la Diputación. ¿Hay fecha?, ¿el PSOE dará libertad de voto sin consecuencias?
Hasta donde yo sé, no está planteado cuándo se va a debatir, pero se va a debatir. Entiendo que, efectivamente, la decisión de la Unión del Pueblo Leonés es que se debata. Pero insisto, eso ahora no está encima de la mesa. Al igual que me pasa a mí, los tres diputados de la UPL son nuevos, están desarrollando una muy buena labor en sus áreas, pero tienen que ponerse al día de todo lo que eso supone. Cuando se plantee la posibilidad, lo que no sería comprensible es que dando libertad de voto luego quien votara de una manera u otra tuviera consecuencias, con lo cual si el PSOE en este aspecto da libertad de voto, está claro que cada uno va a votar lo que quiera. Imagino que cada partido lo decidirá. Mi postura es que lo que diga mi partido; es decir, es decir, si el partido da libertad de voto, el día que se plantee, la gente podrá ver perfectamente cuál es el sentido de mi voto y además lo explicaré. Creo que sería una buena opción dar libertad de voto y que cada uno actúe en consecuencia. Pero recuerdo que tenemos una dirección provincial que es la que lo tiene que decidir e incluso una dirección autonómica o nacional.