Europa inyectó 21.781 millones de euros en Castilla y León desde el año 2000 entre fondos estructurales y los importes de las ayudas directas al sector agrario y el Programa de Desarrollo Rural (PDR) dentro de la Política Agrícola Común (PAC). Una cantidad que equivale al coste de 4.356 kilómetros de autovía o, lo que es lo mismo, que serviría para unir de este modo las ciudades de Madrid y Moscú, según las estimaciones de la Asociación Española de Carreteras, que establece en cinco millones el valor de un kilómetro de autovía.
Los fondos que llegaron a la Comunidad, en muchos casos para proyectos cofinanciados en función de las diferentes líneas, se dividieron en dos etapas. En primer lugar, en el marco 2000-2006 Bruselas otorgó 12.226,78 millones de euros en total, una cantidad que se redujo un 21,8 por ciento en el periodo 2007-2013, hasta los 9.554,95 millones.
Esta importante caída estuvo motivada por la salida de Castilla y León del grupo de regiones Objetivo 1, que afectó de forma relevante a los fondos estructurales, los cuales pasaron de algo más de 4.000 millones a 1.365, es decir, un 65,9 por ciento menos. Sin embargo, el importe dedicado a la PAC, dirigido a los profesionales agrarios para equilibrar el mercado europeo en el sector primario y la alimentación, se mantuvo intacto, con unos 8.200 millones de euros en cada periodo marco -una media de 1.100 millones anuales-.
En total, tres cuartas partes del montante económico corresponden a la PAC, mientras que el resto se vincula a fondos estructurales, que son cofinanciados también por las administraciones regional y central.
En este sentido, en lo que respecta únicamente al sector primario, la Comunidad, como organismo pagador, recibió 8.219 millones de euros entre 2000 y 2006 para repartir entre los profesionales del campo, de los que 5.970 fueron ayudas directas, es decir, el primer pilar de la PAC, y 2.249 al desarrollo rural (cofinanciados con los gobiernos regional y central), que sirvió para aplicar programas de acompañamiento de la PAC (forestación de tierras agrarias, medidas agroambientales, indemnización compensatoria y cese anticipado).
Con este importe también se ejecutó el Feoga Orientación, que financiaba otras medidas de desarrollo rural asignadas a las regiones que eran Objetivo 1 y entre las que se incluían regadíos, modernización de explotación e incorporación de jóvenes, al igual que el Programa Leader+, de ámbito regional, que habitualmente gestionan los grupos de acción local (GAL).
Posteriormente, durante el último programa marco, entre 2007 y 2013, las ayudas directas al sector ascendieron a 6.789,5 millones, una cantidad un 13 por ciento superior a la del tramo anterior (5.970), mientras que los fondos de desarrollo rural, el segundo pilar, se situaron en 1.400 millones, un 37,7 por ciento menor. Entre ambos, la cantidad es de 8.189,4 millones, prácticamente idéntica a la del primer periodo del siglo. Según la reforma de la PAC para el periodo 2014-2020 llegarán a la Comunidad 7.500 millones de euros para ayudas directas y PDR.
Fondos estructurales
El otro pilar del montante económico que llega de Bruselas por la pertenencia de España y de Castilla y León a la Unión Europea son los fondos estructurales, que en los últimos 14 años se elevó hasta los 5.373,33 millones. Mientras que en el primer periodo, entre 2000 y 2006, ascendieron a 4.007 millones en la Comunidad -de los que 1.362 gestionó el Gobierno autonómico y 2.644 la Administración General del Estado-, en el siguiente cayeron hasta los 1.365 -508 y 857 millones-, debido a la salida de la Comunidad del Objetivo 1, es decir, el grupo de las regiones más pobres que reciben más recursos de este tipo para converger.
De estas partidas, la mayor parte, el 73 por ciento, corresponde al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), que absorbió 3.879,2 millones de euros desde el año 2000. En el marco de este objetivo se respalda el desarrollo económico sostenible integrado y la creación de empleos duraderos. Ello se realiza a través de programas operativos en los estados miembros para modernizar y diversificar estructuras económicas regionales en ámbitos como la I+D+i; la sociedad de la información; el medio ambiente; el turismo; la cultura; el transporte; la energía; la educación; las infraestructuras sanitarias y sociales y la ayuda directa a las inversiones en pequeñas y medianas empresas.
Mediante el FEDER también existen instrumentos para gestionar fondos derivados desde Bruselas para cuestiones de cooperación. En este sentido, Castilla y León ha recibido 125 millones de euros desde el año 2000 para los programas Interreg y POCTEP, ambos de cooperación transfronteriza con Portugal, creados para reducir los desequilibrios en las zonas de La Raya a través de iniciativas económicas que contribuyeron al nacimiento de empresas y generación de empleo.
Por último, una cuarta parte del montante denominado estructural corresponde al Fondo Social Europeo (FSE), que se dedica únicamente a medidas para fomentar el empleo. En este sentido, los organismos pagadores han recibido de las instancias europeas 1.351 millones en los últimos 14 años, un concepto que sufrió una importante caída en el segundo periodo marco, al pasar de 1.011 a 339 millones (66 por ciento menos) por la pérdida del Objetivo 1 por parte de Castilla y León.