Mientras los procesos administrativos y burocráticos avanzan, las obras para la recuperación del Ponfeblino debería comenzar antes de que termine este año, según ha adelantado a InfoBierzo Alicia García, presidenta del consorcio del Tren Turístico Ponfeblino. Asegura que esta tarea no ha sido sencilla, puesto que los trabajos de documentación se han dilatado muchos meses, a lo que la falta de un secretario interventor tampoco ha ayudado, sin embargo, una vez superado el bache administrativo, las cosas marchan, y nunca mejor dicho.
Gracias al apoyo del Tragsatec (Empresa pública del grupo TRAGSA) y del Instituto para la Transición Justa (ITJ), que han ayudado a la revisión y comprobación de la importante cantidad de documentación, "el momento de licitar los pliegos de dirección de obra y del proyecto, está muy cerca", celebraba la también alcaldesa de Páramo del Sil.
"La documentación está muy avanzada y ahora hay que cumplir con los plazos que indican este tipo de procedimientos, pero estamos muy cerca de cumplir este proyecto, por eso queremos mandar un mensaje de tranquilidad, porque, después de tanto trabajo, este se va a ver materializado en las licitaciones", decía García.
Por ello, confía en que las obras comiencen antes de que termine el año, para poder cumplir con el compromiso de que estén terminadas en 2026 y vislumbrando una posible puesta en funcionamiento en agosto de ese año. Recordemos que los fondos con los que se van a llevar a cabo estas obras son 4 millones de euros del paquete de ayudas dirigidas a proyectos de infraestructuras ambientales, sociales y digitales en municipios de zonas afectadas por la transición energética en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, de Fondos Europeos, y como tal, deben completarse antes de 2026.
Recordemos que las obras consisten, por una parte, en la renovación del trazado ferroviario, dejar la línea expedita, es decir, que se pueda circular a través de ella. "En la mayoría del trazado está bien, pero hay algunas zonas en las que se tienen que trabajar".
En segundo lugar, el proyecto también contempla la restauración de coches de viajeros y una locomotora. Sobre las locomotoras que formarán parte la alcaldesa de Páramo afirma que las que en principio podrían funcionar "son locomotoras diésel, las que están en Villablino están puestas al día para ponerlas en marcha". Asimismo, otra parte sería "la puesta en marcha la locomotora 31, que podría subir hasta Villablino, pero habría que hacerle unas modificaciones en la caldera".
Además, el pasado martes se daba a conocer que la rehabilitación de un automotor que albergará un motor de combustión interna de hidrógeno en una locomotora continúa avanzando. El uso de este combustible en líneas férreas de difícil electrificación tiene como objetivo contribuir a la descarbonización, mediante el uso de energías más limpias en este modo de transporte.
Una noticia que García celebraba al considerar que son dos proyectos que se desarrollan de forma paralela, pero que van a estar entrelazados y se "van a necesitar".
Así, la primera fase de la rehabilitación concluye estos días, cumpliendo con el calendario previsto y coincidiendo con el 105 aniversario de la inauguración del tren minero del Ponfeblino. Se trata de la fase de reparación y montaje de elementos mecánicos.
El proyecto del Ponfeblino
Este proyecto tiene como objetivo llevar a cabo la recuperación y uso alternativo de infraestructuras de transporte ferroviario existente dentro del actual tramo operativo de Cubillos del Sil a Villablino, perteneciente a la Junta de Castilla y León. El Consorcio del Tren Turístico “Ponfeblino” dentro del área del Bierzo y Laciana y todos sus municipios como zona prioritaria para la transición energética, pretenden llevar a cabo el desarrollo del presente proyecto con el fin de reutilizar la línea ferroviaria para usos turísticos e industriales, dentro de la estrategia de cambio del modelo productivo que necesita el territorio por el que discurre el ferrocarril y su zona de influencia
De manera originaria, el ferrocarril entre Ponferrada y Villablino sirvió a lo largo de casi 100 años para transportar carbón desde las minas de la zona del Bierzo, a la vez que mejorar las muy limitadas posibilidades de comunicación a los vecinos de la zona. Desde el año 2012, suspendido totalmente su servicio y recortado su trazado desde los 64 kms iniciales a los 50 actuales (entre Cubillos del Sil y Villablino).
El proyecto a acometer en su globalidad como un único plan Maestro está constituido por diversas fases. Es por ello, que la Primera Fase de la recuperación integral del Ferrocarril de Ponferrada a Villablino, en el que se incluye recuperación de la infraestructura, el material móvil y los trabajos técnicos especializados, objeto de este proyecto y que reviste de una importancia capital de cara a defender en siguientes fases. También se tiene previsto la recuperación de las instalaciones de seguridad de Pasos A Nivel y de Comunicaciones, paralelamente a la implantación de un Sistema de Gestión de Seguridad (SGS), un Plan de Protección Civil (PPC) y un Reglamento General de Circulación
En fases posteriores y fuera del scope de este proyecto se pretende llevar a cabo la extensión del mismo hasta su origen inicial, Ponferrada. Para ello se deberán realizar los estudios preliminares que acoten y definan la opción de entrada a Ponferrada más viable, decisión esta que pasa por una evaluación exhaustiva de las opciones que debe ser, indefectiblemente realizada junto con el Ayuntamiento de Ponferrada con el fin de acomodar la traza del ferrocarril con la ordenación urbanística municipal. La posibilidad de llegar hasta Ponferrada añadiría aún más activos al proyecto que ya, en su actual configuración, se considera perfectamente viable. También se tiene previsto la
recuperación de las instalaciones aptas para el servicio de viajeros en forma progresiva a las necesidades de explotación y por tanto se añadirán previamente las instalaciones o mejoras en la infraestructura y vehículos que redunden en la seguridad prioritaria de los viajeros.
La historia del Ponfeblino
Esta historia comienza en 1918, cuando el mundo se encontraba sumido en la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico provocó que España hiciera frente a un desabastecimiento energético que puso sobre la mesa la necesidad de potenciar los recursos carboníferos nacionales. Los propietarios de las minas de Villablino constataron la premura de disponer de un tren que uniese la capital del Bierzo con el valle de Laciana. El proyecto del Ferrocarril de Ponferrada a Villablino data del 22 de enero de 1918, rubricado por el ingeniero José María Alonso Areyzaga.
Al recibir la propuesta, el entonces ministro de Fomento, Francisco Cambó, convocó una reunión con los empresarios mineros con el objetivo de llevar a las Cortes un proyecto de Ley especial para agilizar los trámites de concesión del ferrocarril, dada la inminente necesidad de que se hiciera efectivo. Las cámaras y el Rey Alfonso XIII aprobaron la concesión, bajo la obligación de que el ferrocarril fuese construido en un periodo de 14 meses. También se marcó como ‘conditio sine qua non’ que el tren incluyese el servicio de transporte público para pasajeros.
Construcción en tiempo récord
El 25 de julio de 1918 comenzaron las obras, con un presupuesto inicial de 8.162.000 pesetas. En la construcción se emplearon 5.000 obreros que tuvieron que hacer frente a las dificultades orográficas del terreno. Como consecuencia, fue preciso excavar varios metros de túnel y construir numerosos puentes y muros de contención. La epidemia de gripe redujo la cifra de trabajadores a 1.200, pero ni siquiera esto supuso un obstáculo para cumplir los plazos fijados por el Gobierno. Se construían 600 metros diarios de vía y los edificios de las estaciones se edificaban a medida que el tren llegaba a ellas, trasladándose en el mismo los materiales precisos para avanzar con la construcción.
Durante el transcurso de las obras nació la Minero Suderúrgica de Ponferrada (MSP), constituida con el objetivo principal de hacerse cargo del proyecto del Ponfeblino y con un capital de 30.000.000 pesetas.
Finalmente, el ferrocarril se construyó en diez meses y medio, batiendo el récord de rapidez en la construcción de un tren en España. El Ponfeblino se inauguró con su apertura al tráfico el miércoles 23 de julio de 1919, un día histórico para El Bierzo y Laciana. Resulta sobrecogedor imaginar las vidas de todos aquellos hombres, mujeres y niños que estrenaron los vagones de un ferrocarril que 100 años después seguiría siendo historia viva de nuestra tierra.
La vida del Ponfeblino
Aunque el fin de la Guerra mejoró la escasez de recursos en el país, la línea del Ponfeblino siguió transportando carbones propios y de otras explotaciones mineras, así como pasajeros, mercancías en régimen de paquetería y correo. Desde el inicio existieron dos trenes de viajeros, aunque más adelante se añadirían otros dos. Por un lado, el ‘mixto’, que salía temprano de Villablino y llegaba a Ponferrada a las 09:00 horas. El trayecto a la inversa partía por la tarde con un horario que variaba según la época. Por otro lado, el ‘correo’, que iniciaba su camino desde la capital berciana a primera hora, mientras que el sentido contrario lo hacía a mediodía.
El tiempo pasó, la sociedad avanzó y, con ella, también lo hizo la industria. Los últimos días de esta máquina de hierro e historia fueron más bien un reclamo turístico por tratarse de uno de los últimos ferrocarriles que funcionó con máquinas de vapor en el continente. En el año 1979 desapareció el tren ‘mixto’ que transportaba viajeros y el 10 de mayo de 1980 el tren ‘correo’ hizo su último trayecto de Villablino a Ponferrada. A las 18:05 horas la estación de la capital berciana fue testigo del fin de la tracción de vapor en los servicios regulares de viajeros de Europa Occidental.
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