El cacabelense que fotografía la piel de los árboles del Bierzo

Desde hace meses recorre su municipio, y otros rincones de El Bierzo, captando con su cámara una de las partes más visibles de los árboles, su corteza. Casi todos son ejemplares centenarios, o a punto de serlo

Laura Sánchez / ICAL
09 de Septiembre de 2023
Actualizado: 09 de Septiembre de 2023 a las 12:44
El fotógrafo cacabelense que fotografía la piel de los árboles del Bierzo

“Las personas nacemos con una piel joven, sensible, y con el tiempo nos vamos arrugando. Eso es lo mismo que le pasa a la corteza de los árboles. Es su piel y quiero mostrarla para sensibilizar y concienciar sobre el medio ambiente y su cuidado”. Con esa premisa nace el nuevo trabajo del fotógrafo cacabelense Samuel Núñez Pestaña. Desde hace meses recorre su municipio, y otros rincones de El Bierzo, captando con su cámara una de las partes más visibles de los árboles, su corteza. Casi todos son ejemplares centenarios, o a punto de serlo. 

El fotógrafo berciano Samuel Núñez Pestaña

 

“Había muchos trabajos sobre las flores, los frutos o las hojas. Pensé que las cortezas, que es su piel, faltaban. Dar a conocer los árboles a través de ellas. No hay ninguna igual, sus texturas, olores o colores son diferentes”, explica a Ical. 

La idea del artista es hacer una exposición con todas las imágenes captadas, con el objetivo de que los ciudadanos se acerquen a la naturaleza y sean conscientes de que hay que cuidarla. Ya logró este objetivo con otro trabajo que realizó en 2014, sobre los nidos de cigüeñas en Cacabelos. “Es el municipio con más nidos de toda la comarca. De aquella había 24. Ahora deben de quedar la mitad. Llevé la muestra al Museo Arqueológico de Cacabelos y a otros espacios, y la gente empezó a sensibilizarse sobre el tema. Al igual que tenemos un puente, una estatua o un monasterio, los animales también son nuestro patrimonio”.

Su trabajo se centra ahora en retratar esos árboles, que pasan inadvertidos para los ojos de la población. La mayor parte de ellos están “abandonados”, tanto por las administraciones como por personas particulares. 

“Empecé con los de Cacabelos, ya que soy de allí. Pero también he fotografiado otros”. Destacan los cipreses de los cementerios del municipio de Cacabelos; una morera centenaria cerca del yacimiento de La Edrada, junto a olivos, cerezos, pinos piñoneros que están entre los más altos de la provincia de León y castaños. También, una higuera, prácticamente olvidada en el paseo del río Cúa, que baña la villa de Cacabelos.

Con el objetivo de su cámara ha captado también ejemplares emblemáticos de El Bierzo, como el tejo milenario de San Cristóbal de Valdueza, u el negrillo de Cuatrovientos, ambos en Ponferrada. “El negrillo me parece una maravilla. Aún está vivo, a pesar de que la mayoría de ejemplares de estos árboles ha desaparecido”, dice asombrado.

Entre el medio centenar de imágenes que ha hecho, aparecen también dos espectaculares encinas de más de 25 metros de altura, ubicadas en Toral de los Vados. “La gente no les da importancia”, lamenta. “Creo que ésta es una manera de darlos a conocer, que sepan que hay que protegerlos”.

Núñez ha estudiado mucho sobre la naturaleza. Es, dice, “un biólogo frustrado”. “Desde pequeño el tema de la naturaleza me encantaba. Estudié Educación Social; trabajé en servicios Sociales y dentro de ello hice mucha labor en educación ambiental, con niños y niñas”.

La corteza protege al árbol del calor y, sobre todo, del fuego. “Muchas veces se quema la corteza, pero por dentro queda intacto y por eso sobreviven”. Además es un elemento fundamental para hongos o insectos que viven en estas cortezas. “Es un elemento básico que ayuda a conocer el funcionamiento. Por ella pasa la savia y por eso no hay que hacer cortes. Lo típico de coger una navaja y grabar cosas, no se debería hacer”.

El artista advierte de que con la corteza de muchos árboles se hacen productos farmacéuticos, ya que tienen usos medicinales. Especialmente, se utilizan para sacar aceites o medicinas con propiedades digestivas. “La corteza del castaño, ejemplar tan arraigado en El Bierzo, tiene propiedades diuréticas”, explica. “Incluso hay países donde la corteza se come”, añade. 

Son usos poco conocidos. Otros lo son más, como el corcho que se saca de los alcornoques. En este caso sí se corta esa corteza, aunque se hace con unas técnicas que no dañan el ejemplar y que, pasados unos años, vuelve a generar ese corcho. 

El fotógrafo cacabelense que fotografía la piel de los árboles del Bierzo

 

La muestra en otoño

El artista ya tiene finalizada la primera parte de su trabajo, que era  la de la realización de las fotos. Ahora empieza el trabajo para intentar hacer realidad la muestra, que le gustaría llevar, de nuevo, al Museo Arqueológico de Cacabelos, el Marca. “Pasar las fotos a papel es muy costoso, sobre todo si quieres ampliarlas”

El Ayuntamiento de Cacabelos ya le ayudó con otra exposición sobre las puertas y portalones del Camino de Santiago a su paso por este municipio. “La idea, ahora, es sacar una foto con el detalle de la corteza, acompañada de otra donde se vea el árbol completo. Una pequeña frase que explique qué es y un mapa para que los visitantes sepan dónde se encuentra cada ejemplar”. El fotógrafo cree que así la gente se animará a acercarse a algunos de los lugares donde están. “Cuando haces cosas del entorno más conocido tiene más aceptación entre la gente. Es una forma de acercarlos a la naturaleza”. 

Samuel Núñez es aficionado a la fotografía desde hace muchos años. Es autodidacta, aunque ha hecho algunos cursos, con el objetivo de ampliar sus conocimientos. Ahora espera seguir aprendiendo para poder mostrar al público cosas tan interesantes como éste trabajo en el que está inmerso. 

El fotógrafo cacabelense que fotografía la piel de los árboles del Bierzo

 

 

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