El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, pidió este martes al Gobierno de España que “ponga orden” y “dote de estabilidad” al sector energético del país para asegurar la viabilidad de futuro de las explotaciones de carbón y de las centrales térmicas. Después de que Iberdrola anunciara el pasado viernes el cierre de las térmicas de Velilla del río Carrión (Palencia) y Lada (Asturias) para reducir las emisiones de C02 un 50 por ciento en 2030, Herrera, que participó en la presentación del programa de impulso al sector agroalimentario Bierzo Hub, criticó el anuncio de la eléctrica, a la que acusó de tener “muy poco corazón”.
En ese sentido, el presidente de la Junta, que aseguró sentir “desazón y profundo disgusto” por la decisión de Iberdrola, consideró que ésta es “caprichosa y unilateral” y aseguró que es síntoma de una “falta profunda de sentido social y de respeto institucional”. “Iberdrola no se ha comportado de forma oportuna”, sentenció Herrera, que instó a la empresa a “reconsiderar” su anuncio “inopinado”. Al respecto, echó en falta que la eléctrica ponga en marcha “planes alternativos en paralelo”, para que el cierre de las instalaciones vaya acompañado de una “visión social” que provoque “el menor daño posible”.
En la misma línea, el presidente reclamó al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, la creación de una “mesa de trabajo urgente” en la que participen dos comunidades autónomas gobernadas por diferentes colores políticos, como Castilla y León y Asturias, para “fijar de forma definitiva la política energética moderna” y definir el futuro mix energético nacional, en el que el carbón, “el único mineral autóctono de que disponemos”, tenga un hueco “sin perjuicio de cumplir con las obligaciones medioambientales”.
Al respecto, el presidente de la Junta dio su apoyo a la primera reacción del Ministerio, consistente en remitir a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) el proyecto de Real Decreto que endurece las condiciones para justificar el cierre de centrales térmicas, y que puede ayudar a evitar el cierre de otras planificadas como Anllares y Compostilla, en El Bierzo. “No podemos en pleno siglo XXI seguir amparados por una norma de 1955”, lamentó Herrera, que consideró “necesario” tener en cuenta “otro tipo de circunstancias”, como la competencia en los mercados o el precio final de la electricidad para empresas y familias. Es decir, la Junta está convencida de que este decreto pondrá más difícil que las empresas eléctricas puedan determinar el cierre de centrales al considerarlas recursos estratégicos del Estado.
En cambio, Herrera valoró la existencia de “otras empresas con mayor sensibilidad”, en referencia a Endesa, de la que elogió las “compras modestas de carbón” negociadas en los últimos meses y que permiten que las empresas mineras continúen con cierta actividad, destacó. “Las empresas no pueden tomar decisiones ajenas a la cuestión social”, sentenció, antes de recordar que el problema del carbón “nos preocupa a todos” y “se lleva en el corazón de esta comarca”.