La propietaria del albergue, que afirma que no lo hizo por "intereses económicos" se enfrentaría a a multas de unos 1.000 euros por manipular las flechas del Camino.
El Camino de Santiago se caracteriza precisamente por la facilidad para encontrar las rutas que componen ese trayecto hacia Santiago de Compostela. Con la llegada del verano muchos peregrinos tanto nacionales como internacionales, toman la decisión de emprender el camino en busca de momento de soledad, reflexión, atraídos por la gatronomía o por la cultura.
Esas flechas que guían a los caminantes se han convertido en protagonistas del programa de La Sexta Equipo de Investigación. Hace tan sólo una semana mostraba las imágenes de la dueña de un albergue en Valtuille de Arriba, que había pintado las famosas flechas amarillas del Camino para reconducir a los peregrinos hacia su albergue.
Ni más, ni menos, que 3 kilómetros de desvío de la ruta oficial con flechas que no coinciden en forma y tamaño con las habituales del Camino. El pueblo de Valtuille no forma parte de la ruta oficial del Camino desde 1993, cuestión que ha molestado especialmente a los vecinos y podría haber dado pie a que algunos justificaran las señalizaciones no oficiales.
"Para los peregrinos es mucho más cómodo venir por aquí, no da el sol. El fin es la protección y que si tengan sed puedan beber agua, que por el otro lado no hay fuentes", apunta una de las vecinas. Preguntada acerca de la manipulación de las flechas, asegura que no sabe quién ha pintado las flechas y que en el pueblo "no hay ningún bar, ni restaurante para desviar a los peregrinos".
No obstante al seguir las flechas "no oficiales" estas conducen a un albergue. “Sí, las he pintado yo. Primero para evitar la peligrosidad y, segundo, pues ya que tenemos el albergue que tuvieran alguna opción”, explica la propietaria. Una vecina intenta parar la grabación justo en ese momento.
Durante el programa emitido la pasa semana, la redactora de Equipo de Investigación pregunta a la propietaria del albergue si fue ella quien modificó el Camino y las razones por las que lo hizo. La mujer aseguró que las ha pintado ella misma: "Yo las he pintado, primero, para evitar la peligrosidad, y, segundo, ya que nosotros hemos abierto un albergue, que los peregrinos tuvieran la opción de quedarse".
Al escuchar la confesión de la propietaria del albergue al medio, una vecina le preguntó: "¿Puedes borrar eso?" Y añadió, "te estás metiendo en un compromiso". La autora del delito aseguró que no lo hizo por "intereses económicos". Aun así, podría enfrentarse a multas de unos 1.000 euros por manipular las flechas.
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