Martínez Núñez, la trayectoria bajo la sombra del sabotaje, trama de asesinato y la corrupción del caso Caballo de Troya

El hombre que pasó de albañil a 'magnate' de la construcción en El Bierzo fue testigo de la detención de sus dos hijos, Maribel y José Luis, por la Operación 'Caballo de Troya', por no hablar de las fianzas de un millón de euros que tuvo que pagar para evitar su ingreso en prisión

10 de Agosto de 2015
Actualizado: 13 de Agosto de 2015 a las 14:19
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José Martínez Núñez junto a Vicente Herrera en una imagen tomando en 2008 durante una visita al periódico La Crónica (Peio García/Ical).

El empresario nacido en Ourense en 1929, aunque afincado en Ponferrada desde los 16 años, ha fallecido este lunes a los 86 años en Canarias, donde vivía desde hace tiempo con su mujer, Josefina. El berciano de adopción Jose Martínez Núñez murió tras una larga enfermedad que venía arrastrando desde hace tiempo. Núñez decidió retirarse a las islas tras la caída del imperio que había forjado durante años de esfuerzo en la comarca de El Bierzo.

El constructor, dueño de Construcciones Martínez Núñez, llegó a facturar más de 500 millones de euros anuales, empleando a cerca de 2.000 personas y abarcando los sectores de la obra pública y civil, promoción inmobiliaria, fabricación de materiales de construcción, fabricación de cemento y hormigones, transporte, hostelería y medios de comunicación. Además de Construcciones Martínez Núñez, el gallego también puso en marcha Teconsa, Catisa y Hormigones La Estrella. Además, fue el promotor, en 1986, del desaparecido diario La Crónica de León.

A lo largo de su vida, Núñez estuvo involucrado en numerosos asuntos judiciales, lo que le llevaron a cambiar su residencia y a mudarse a Canarias finalmente. Los problemas para este empresario empezaron a mediados de los años 90, con la investigación de su empresa Catisa por sobornar al que fue su jefe de minas de la Junta de Castilla y León, Féliz Sánchez Araújo. Fue en 2002 cuando un juzgado de Ponferrada le condenó a pagar un millón de euros por cohecho al apoderado del empresario de Catisa y Cadesa, Antonio Merino, y al propio Araújo. Sin embargo, la Audiencia Provincial terminó absolviendo al apoderado de Martínez Núñez por haber prescrito el cohecho. Ese no fue el único caso que el TSJ de Castilla y León acabó archivando, pues la adjudicación que la empresa Teconsa -dirigida por su hijo José Luis Martínez- hizo de las obras de la variante de Olleros de Alba también hicieron saltar a la palestra su metodología empresarial, vinculando este hecho a la trama Gürtel. Teconsa también estuvo vinculada al caso Gürtel por la retransmisión de la visita del Papa a la capital mediterránea.

En el ámbito provincial, fue condenado por la Audiencia Provincial de León por ordenar sabotajes durante tres años a los intereses de las empresas y propiedades de un empresario de la competencia, Sindo Castro, a 14 meses de multa y una indemnización de 550.125 euros.

No obstante, el nombre de José Martínez Núñez se ennegreció aún más cuando fue investigado por, presuntamente, organizar una conspiración para asesinar a José Cuíña, político contra el que se enfrentó por la adjudicación de una obra. El presunto sicario, el venezolano Rafael Wolfgang, apareció ahorcado en León en julio del año 2000. Semanas antes, había escrito una carta en la que reconocía su participación en los sabotajes a Sindo Castro -su competidor más directo- y el supuesto encargo de matar a Cuiña. Asimismo, una vez más, fue absuelto por considerar el juez que la acusación era incongruente.

La última trama que se conoce y en la que se vio involucrado el constructor ha sido la investigación a la que ha sido sometida la empresa Gallega de Molienda de Clínker, cementera perteneciente al Grupo Martínez, por, presuntamente, extraer material del puerto de Ferrol sin declarar ni pagar los aranceles entre los años 2008 y 2010, defraudando con dicha operación una cantidad que asciende a 3,2 millones de euros.

El hombre que pasó de albañil a 'magnate' de la construcción en El Bierzo con apenas 20 años de edad, tuvo que ser testigo de la detención de sus dos hijos, Maribel y José Luis, culpados en la Operación 'Caballo de Troya', por no hablar de las fianzas de un millón de euros que tuvo que pagar para evitar su ingreso en prisión. José Martínez Núñez, un empresario que pasó de desplazarse en bicicleta a hacerlo en helicóptero, vio como su facturación estaba por encima de 500 millones anuales y fraguó importantes amistades con reconocidos políticos como Manuel Fraga.

José Martínez Núñez era conocido como 'Don José' por sus empleados y como 'El padrino' por sus enemigos, que no eran pocos, pero en su círculo más íntimo se referían a él como 'Pepe'. A lo largo de su trayectoria, Núñez fue reconocido con los premios Empresario del Año en León por la Fele y Cecale de Oro.