Pedro Muñoz condenado a casi 17 años de cárcel pero absuelto de asesinato en grado de tentativa a Raquel Díaz

Pedro Muñoz ha sido condenado a 16 años y 11 meses de prisión por delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y delito de lesiones agravadas, siendo absuelto del delito de asesinato en grado de tentativa, delito de homicidio en grado de tentativa

10 de Enero de 2024
Actualizado: 11 de Enero de 2024 a las 10:24
Pedro Muñoz entrando a la última sesión del juicio acusado de tentativa de asesinato, maltrato, amenazas, injurias, violencia familiar y habitual y lesiones y contra su exmujer, Raquel Díaz.

Pedro Muñoz ha sido condenado a 16 años y 11 meses de prisión por delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y delito de lesiones agravadas, siendo absuelto del delito de asesinato en grado de tentativa, delito de homicidio en grado de tentativa, por la concurrencia de la excusa absolutoria de desistimiento voluntario.

Pedro Muñoz a la salida de una de las sesiones del juicio

 

La Audiencia Provincial de León daba a conocer este miércoles la sentencia que no es firme, ya que cabe contra ella Recurso de Apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, del juicio al expolítico berciano Pedro Muñoz, que fue juzgado durante el mes de diciembre por un presunto delito de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones contra la que fue su mujer, la abogada Raquel Díaz. 

El fallo recoge una pena de 16 años y 11 meses para Muñoz acusado por delitos de maltrato habitual en el ámbito familiar, otros tres de maltrato en el ámbito familiar y uno por lesiones agravadas, con los agravantes de parentesco y discriminación por razón de género contra su exmujer, sin embargo, ha sido absuelto de los cargos más duros y con mayor pena de cárcel a los que se enfrentaba homicidio en grado de tentativa, amenazas en el ámbito familiar e injurias en el ámbito familiar.

Muñoz deberá indemnizar a Raquel Díaz en concepto de responsabilidad civil derivada de los delitos cometidos, con 1.502.982,33 euros. Además, el acusado deberá indemnizar a la Junta de Castilla y León en la cantidad de 97.149,24 euros, y al Servicio de Salud de la Comunidad de Castilla la Mancha en la cantidad de 47.999,99. Un total de 1.648.131,56 euros.

La sentencia no es firme y cabe contra ella Recurso de Apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en el plazo de diez días, a contar desde la fecha de notificación de esta resolución.

 

POR DELITOS

 

La Audiencia Provincial de León ha emitido una sentencia en la que condena al exconcejal de Ponferrada, Pedro Muñoz, a penas que suman 16 años y 11 meses de cárcel por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, otros tres de maltrato en el ámbito familiar y uno por lesiones agravadas, con los agravantes de parentesco y discriminación por razón de género contra su exmujer, Raquel Díaz.

Por el delito de maltrato habitual en el ámbito familiar se le impone una condena de dos años y medio de prisión, a lo que suman nueve meses por otros dos delitos de maltrato en el ámbito familiar y otros once por otro de la misma categoría cometido en el domicilio de la víctima. La pena más elevada corresponde a un delito de agresiones agravadas, con la concurrencias de las circunstancias agravantes de parentesco y discriminación por razón de género y por el que se le imponen doce años de prisión y el mismo periodo de inhabilitación especial.

Además se le prohíbe aproximarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros de su domicilio, centro de trabajo o cualquier lugar en el que se encuentre y comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento, prohibiciones vigentes durante 18 años. Para controlar el cumplimiento de esas medidas se mantendrá el dispositivo de control telemático impuesto al acusado.

Para el cumplimiento de las penas de prisión decididas se tendrá en cuenta los dos años que Muñoz permaneció en prisión provisional antes de ser puesto en libertad a espera del juicio que se celebró el pasado mes.

El dictamen judicial absuelve a Pedro Muñoz de los delitos de asesinato en grado de tentativa y de homicidio en grado de tentativa -en este caso por la concurrencia de la excusa absolutoria de desestimiento voluntario- que le atribuían las acusaciones particulares y también de los de amenazas en el ámbito familiar y leve de injurias en el ámbito familiar.

Pedro Muñoz entrando a una de las sesiones del juicio

 

 

Juicio de Pedro Muñoz

La Audiencia Provincial de León daba comienzo el pasado 11 de diciembre al juicio que sentaba en el banquillo al exconcejal de Ponferrada Pedro Muñoz por un presunto delito de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones contra la que fue su mujer, la abogada Raquel Díaz. 

Durante la primera sesión, se produjeron las declaraciones del acusado. Según se constató en la primera sesión el 13 de marzo de 2018, Raquel realizó una llamada “de auxilio” al 112. En el audio, se puede escuchar a Raquel llorar y a él hablar. “Yo estaba llorando porque no entendía nada e intentando tranquilizarla. Cuando se cansó, cortó la llamada”. “Ni yo sabía que había llamado, yo estaba desesperado tratando de cambiar ese ataque de ira que tenía. A lo mejor tuvo un ataque de celos y empezó a montar el número”, defiendió el acusado, Pedro Muñoz. “Aquí el único herido soy yo”, comentó Muñoz al explicar que en la discusión del 13 de marzo de 2018, Raquel “había roto un cuadro-puzle y había cristales en el suelo. Esto que ha pasado es cuando yo hablo del ataque de ira”.

El relato de los hechos ofrecido por el acusado es que el 27 de mayo del 2020, dos años después de la llamada de Raquel al Servicio de Emergencias del 112, tras acudir a una concentración del Covid y comprar una empanada, los dos se desplazaron hasta la finca de Toreno, donde comieron. Después de esto, Raquel comenzó a trabajar y Pedro sacó a los perros.  Ese mismo día, el 27 de mayo, Raquel buscaba a la gata durante la noche, cuando Pedro se disponía a acostarse, comenzó a preocuparse por el paradero de ella. Al no encontrarla salió hasta el pozo, allí encontró a Raquel junto al pozo, “le puse la mano en la cabeza, olía a sangre, uno de los perros la lamía”. En ese momento aclara que buscó donde colocar a Raquel y llamó al 112. Muñoz ha asegurado que no agredió a Raquel: “A mi esposa no le puse nunca la mano encima”.

Tras las declaraciones de Muñoz, tenían lugar las de la víctima, Raquel Díaz, las cuales han sido de extrema crudeza, aunque las expuso con firmeza. Expuso con rotundidad y fuerzas Raquel Díaz en su declaración de esta primera sesión, los tratos vejatorios de Pedro Muñoz hacia su persona se dieron “durante todo el tiempo de la relación”, incluso asegura que viviendo en su casa ya se dieron “episodios violentos”. “Este señor a mí me rompió la vida”, comentaba Raquel, que declaró tras un biombo.

En su testimonio, Raquel aseguraba que Pedro Muñoz le “amenazaba diciéndome que estaba mal de la cabeza, que me iba a hundir en Ponferrada, que iba a matar a mi hermano, a mi hermana, a mis sobrinos y a mi hija

Raquel Díaz llegando a la primera sesión del juicio contra Pedro Muñoz

 


La Finca de Toreno, "la finca de los horrores"

Preguntada acerca del relato del suceso en la finca de Toreno. Sobre la llamada al 112 del 13 de marzo de 2018, comenta que la discusión comenzó por la política, había “gestiones que no me gustaban, y si no le daba la razón yo acababa pegada, maltratada o violada”. Al hablar de su estancia en la finca, Raquel se ha emocionado y ha comenzado a llorar, entre lágrimas, comentó que “me dolía mucho que me llamara hija de puta y cuando le decía que parara se ponía más gallito. Era un psicópata narcisista que cuando le plantaban cara se volvía más gallito”. 

“Agarrarme con la mano derecha por el cuello era matemático”, asegura Raquel al comenzar a hablar sobre las agresiones. La víctima también comento que Pedro Muñoz “me daba puñetazos, me tumbaba en la cama y me violaba”. "Me obligaba a tener relaciones sexuales de todas las maneras", ha señalado la víctima en su relato durante el juicio.

Raquel se ha referido a la casa de Toreno como la “finca de los horrores”, tras ello ha comentado que cesó sus intentos de llamar a la Policía de Ponferrada debido a que como él era concejal, tenía miedo de acabar siendo culpable.

Raquel Díaz llegando a la primera sesión del juicio y Pedro Muñoz en la sala de la Audiencia provincial


¿Por qué no dejo antes a Pedro?

Respondiendo a por qué siempre acababa volviendo con Pedro Muñoz, Raquel ha comentado que “me amenazaba con que mataría a mi familia y amigos. Les amenazaba a todos de muerte y a mí me decía que no iba a trabajar nunca más en Ponferrada porque el que mandaba era él”.

La agresión que la dejo parapléjica

Raquel ha descrito la agresión que sufrió y que más tarde la dejaría parapléjica, “me agarra con su mano derecha y me golpea con la izquierda en el ojo. Para no caerme, me agarré a su brazo y tenía las uñas largas para que no me soltara. Me lanzó contra el pozo y resbalé por el suelo. Salió de la casa y me decía: Zorra, hija de puta, ¿te has muerto ya? ¿Te has enterado de que la única forma que tienes de librarte de mí es muerta?”.

Según ha estimado Raquel, las agresiones se repetian “cada quince días”, además ha asegurado que Muñoz “sabía pegarme”, pues tal y como relata, “cuando me dolía la tripa, me daba en la barriga; si tenía la menstruación, lo hacía en los pechos porque durante esa etapa duelen más; y si lo hacía en la cara buscaba la mandíbula”.

Una hija que también que ha prestado declaración durante la jornada de este lunes, 11 de diciembre. “Cuando mi madre me contó que iba a casarse con Pedro Muñoz le dije que se iba a casar con un maltratador”, afirmó en la Audiencia Provincial. 

En respuestas a todas las partes, la joven -en calidad de testigo- relató que su madre estaba “totalmente poseída y anulada” por Muñoz, de manera que “no tenía voluntad y no la podía ejercer en ningún plano”, al tiempo que “la estaba consiguiendo apartar de los demás” hasta el punto de que “cada vez estaba más aislada de su entorno”, incluida su propia hija que, incluso, se negó a ir a la boda por su opinión sobre el ex concejal.

Además de asegurar que no le constaba ningún tipo de problema de su madre con el alcohol, esta relató que en alguna ocasión Díaz le había contado episodios de maltrato psicológico e incluso físico y que le decía que “tendía que andar con pies de plomo”, consciente de que “era una víctima de violencia de género”. También trasladó a la sala la “impotencia y frustración” que sentía por el hecho de que cuando su madre “ya iba a dar el paso de denunciar”, terminaba “echándose para atrás por toda la presión que tenía”.

 

Consulta a continuación la sentencia completa: