La Asamblea de Usuarios de la Sanidad Pública del Bierzo y Laciana aseguraron este jueves que la protesta continuará activa mientras no se reabran al público las 36 camas clausuradas en la segunda planta del centro. “No pedimos al gerente que derogue una ley, porque eso es cosa de los políticos, le pedimos lo que está en su mano”, explicó uno de los portavoces del colectivo, Balbino Díez.
A punto de cumplirse las tres primeras semanas de encierro, los protagonistas de la protesta siguen sin recibir respuesta a sus reivindicaciones por parte del consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, con quien han solicitado reunirse en diversas ocasiones. “Esperamos que se nos atienda”, manifestó Sami Fernández, otra de las portavoces de los encerrados, que no descartó que se produzcan nuevas protestas en el futuro.
Tras repasar los apoyos recogidos entre colectivos sindicales y mareas blancas de toda España, los integrantes de la protesta admitieron que echan de menos un mayor nivel de soporte entre los colectivos sociales de la comarca. “Allá cada uno con su conciencia”, recalcó Raquel García.
En esa línea, García insistió en desvincular las acciones de la Asamblea de las de la Plataforma por la Sanidad Pública. “Aquí no hay un cartel político”, enfatizó la portavoz, que recordó que algunos de los partidos políticos integrados en la plataforma “aprobaron las medidas contra las que luchamos”.
Por otro lado, los encerrados reiteraron que “el discurso de Sacyl respecto a las listas de espera no es real”, ya que se han derivado más de 1.800 operaciones a clínicas privadas desde que José Antonio Visedo asumiera la gerencia del Área de Salud del Bierzo.
En cuanto a la situación por la que atraviesan, los miembros de la Asamblea aseguraron sentirse “a tope de ánimos” y recordaron que la medida de encerrarse en el Hospital de referencia en la comarca, que calificaron de “valiente”, supone “una lucha frontal, directa y pacífica por nuestros derechos”. “Sin miedo y todos juntos, defenderemos lo nuestro”, aseguró Fernández, que reclamó el apoyo de la ciudadanía berciana para la protesta.
En ese sentido, recordaron que la “esencia” de la protesta consiste en situarse en un lugar cercano al mostrador de atención al paciente, para recibir de primera mano las quejas de los usuarios. Los encerrados han solicitado a la gerencia del centro “un espacio infrautilizado” del hospital para llevar a cabo la protesta “de forma digna y sin molestar”, petición que hasta el momento no ha sido satisfecha. “Quieren que nos vayamos de aquí, pero este es nuestro Hospital”, sentenció Díez.