Se les imputa un delito de desórdenes públicos y otros de coacciones del que piden entre 3 y hasta 9 años de prisión, dependiendo de la implicación de cada uno en los piquetes que se formaron para impedir el paso de los vehículos entre León y Asturias durante las movilizaciones. Para conseguirlo, colocaban barricadas de neumáticos ardiendo.
Cabe reseñar que solo 6 de los 15 del grupo que formaban las barricadas fueron identificados por la Guardia Civil.