La deuda de Cel Celis con Pibasa está detrás del agujero y rescate a la empresa pública de Bembibre

La empresa fotovoltaica adeuda 1,4 millones, una cantidad de dudoso cobro que Pibasa ya contabiliza como pérdida

Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
28 de Junio de 2014
Actualizado: 20 de Octubre de 2014 a las 23:20
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El concurso de acreedores de Cel Celis está detrás de la delicada situación de la sociedad pública Pibasa, que este jueves tuvo que ser rescatada por el Ayuntamiento de Bembibre para garantizar su continuidad. La clave es la deuda que mantiene la empresa de fabricación de células fotovoltaicas con Pibasa y el Ayuntamiento, por importe de 1,4 millones de euros. Una vez declarada la situación concursal, la sociedad pública dejó de considerar la deuda como efecto pendiente de cobro para convertirlo en pérdida.

El alcalde de Bembibre, José Manuel Otero, atribuyó esta situación a las condiciones ventajosas que en su momento pactó el Ayuntamiento a través de Pibasa con Cel Celis para la compraventa de los terrenos. “Lo grave de todo esto”, dijo el alcalde, “es que Pibasa vendió unos terrenos por 1,5 millones de euros que devolvería cuando la empresa se pusiera en marcha, pero cuando se firmó en la notaría se prescindió de la cláusula resolutoria”.
Esta cláusula resolutoria hubiera facultado al Ayuntamiento de Bembibre a ejercer sus derechos sobre los terrenos en caso de impago. Cel Celis requirió la anulación de esta condición para poder tener acceso a la financiación millonaria del proyecto.

Aquella confianza en Cel Celis era, sin embargo, un arma de doble filo en caso de concurso de acreedores, y más allá “si hubiera un cierre patronal y desapareciera la empresa los terrenos no van a revertir al Ayuntamiento”.
Como contrapartida, el Ayuntamiento de Bembibre pignoró una posible subvención de la Agencia de Desarrollo Económico y Fondos Miner, por importe de más de 3 millones de euros. No obstante, la realidad es que esa subvención todavía no ha llegado ni nadie puede asegurar a la fecha esta ayuda, máxime en un contexto en que las administraciones no subvencionan a empresas concursadas.

El balance de Pibasa antepone el criterio de prudencia valorativa para poner en serias dudas el cobro de la deuda que contrajo Cel Celis. De hecho, aunque esta deuda viene arrastrándose durante los últimos ejercicios, hasta este momento era consideraba como un efecto pendiente de cobro que ha pasado a engrosar en este momento el capítulo de pérdidas.