“Tenemos constancia y mucha preocupación porque no hay temporeros y están las bodegas un poco preocupadas; la situación está generando problemas reales; hay gente que se está quedando sin cuadrillas”, manifestó al respecto.
En el origen del problema, que se sucede desde hace algunos años pero que en la presente campaña parece más agravado, se encuentran al parecer los trámites administrativos, dado que quienes renuncian a la renta mínima que perciben para darse de alto como temporero no recupera después esa prestación con la celeridad suficiente.
“La Administración es una maquinaria lenta y eso ya tendría que estar resuelto”, comentó Bello sobre este proceso burocrático que al parecer disuade a posibles temporeros de participar en la vendimia por miedo a la lentitud en las tramitaciones de las ayudas.
Campaña desigual
Misericordia Bello expreso su deseo de que la recién iniciada vendimia “se dé bien” y señaló que la acción de plagas y enfermedades dibuja un panorama desigual en la comarca berciana. “En las zonas donde sí hay uva suficiente, ésta es excepcional, como en Villafranca y en Villadecanes y en otras como Ponferrada el mildiu hizo más daño”, comentó.