Su nombre científico es Geranium dolomiticum, y vive en la comarca de El Bierzo. Es una de las especies consideradas en peligro de extinción, ya que tan sólo existen dos poblaciones en todo el mundo, en los municipios de Ponferrada y de Priaranza del Bierzo. En concreto, reside en dos bloques de calizas separados por una distancia de apenas tres kilómetros, y aunque algunas revistas apuntan a algunos ejemplares más, aún no han sido localizados.
Esta especie se encuentra en “peligro crítico de extinción”, desprende semillas “solo de vez en cuando”, y, ante este riesgo elevado de desaparición, ya se han adoptado medidas al respecto, como el envío de algunas de estas semillas al Banco de Germoplasma de Salamanca, donde se vela por la conservación de especies amenazadas como ésta.
No es el único caso de este tipo, y son muchas las plantas amenazadas de desaparición en muchos casos como consecuencia de prácticas imprudentes. Precisamente, para evitar que esto ocurra en la medida de lo posible, un grupo del Departamento de Botánica de la Universidad de León (ULE), compuesto por Carmen Acedo, Félix Llamas y Alicia Alonso, trabaja en esta materia. Advierten de que la presencia de ejemplares en espacios tan escasos y reducidos, como ocurre con el Geranium dolomiticum, hacen que cualquier imprevisto pueda convertirse en una amenaza, en muchos casos incluso fenómenos meteorológicos o el siempre temido fuego de los incendios forestales.