La asociación en defensa del patrimonio Hispania Nostra ha añadido a su lista roja la Ferrería (Herrería) de Serviz, situada en Barjas. Datada del siglo XIX y en la tipología de patrimonio industrial, esta localidad entra en el archivo de enclaves en deterioro y abandono que marca dicha asociación, a pesar de ser un bien registrado en el Inventario de Patrimonio Industrial de la Dirección de Patrimonio de Castilla y León (2010).
Hispania Nostra advierte de que "la Ferrería de Serviz presenta un avanzado estado de deterioro, agravado por el expolio. La puerta de acceso al recinto está prácticamente hundida. El estado de conservación de la casona es especialmente preocupante pues amenaza el colapso de la cubierta del edificio. Resulta preocupante la estabilidad de la fachada norte, la zona más próxima al banzadillo. La conservación del edificio está condicionado al mantenimiento de la cubierta, que amenaza colapsar. Las adversas condiciones climáticas del valle en el que se sitúa, su proximidad al río, y su ubicación en la ladera de umbría, donde se concentran altos niveles de humedad, explican el rápido deterioro tras su abandono".
Asimismo, argumentan su inclusión en la lista roja porque "presenta una seria amenaza de desaparición. La Ferrería de Serviz es una pieza singular con un alto valor patrimonial. Resulta uno de los principales atractivos culturales del valle de Barjas y presenta uno de los escasos testimonios conservados de la arquitectura residencial de las ferrerías bercianas que jugaron un papel clave en la historia y la economía de la cornisa noroeste".
Ferrería de Serviz
La página web de Hispania Nostra reseña que la Ferrería de Serviz se sitúa en un enclave algo distante de las localidades próximas, en la margen derecha del río Barjas, junto a los puentes de la carretera de acceso a la localidad y define un pintoresco paraje sobre el río, rodeada de prados y envuelta por el bosque. Si bien el conjunto no se conserva completo, de la antigua Ferrería de Serviz o La Revuelta, construida a principios del siglo XIX, se mantiene en pie la monumental “casa habitación” o vivienda del ferrón, la puerta de acceso al recinto, el banzao y el banzadillo.
Balboa de Paz apunta, en su tesis doctoral, sobre la siderurgia tradicional del noroeste de España (2014) que el conjunto del banzao y el banzadillo de esta ferrería es “realmente espectacular, sin duda, el mejor de los que actualmente se conservan en El Bierzo”. La vivienda del ferrón presenta un aspecto solemne, al gusto de las casonas barrocas de la zona del siglo anterior. Estos edificios ofrecen un excepcional ejemplo de la arquitectura manejada en la siderurgia tradicional que sustento la economía de esta zona montañosa de León, Lugo y Asturias.
La “casa habitación” es un edificio con forma de un prisma trapezoidal excavado en la ladera, que presenta tres plantas en su fachada al río, y una frente a la montaña, disponiendo de varios accesos que permitían flujos independientes, funcionales y jerarquizados. Destaca la solemne fachada principal, con una balconada de madera labrada y barandillas metálicas que también caracterizan la fachada lateral que daba acceso a las instalaciones fabriles. Este edificio presenta al exterior vanos adintelados de sillería de granito y paños de sillarejo de pizarra. La estructura de forjados y la cubierta son de madera de castaño; conserva las particiones internas de entramado de madera y barro, piso y techos de entablado. Presenta una cubierta de pizarra rematada por varias chimeneas.
El banzao donde se acumulaba el agua está constituido por un sólido volumen de sillarejo de pizarra que define el perímetro sur del prado en el que se asienta. El banzadillo se adelanta desde la ladera sobre el prado hasta alinearse con la fachada de la vivienda y está rematado, en su extremo, por tres arcos de medio punto donde se situaba la rueda. Entre el banzadillo y la vivienda se encuentra una pequeña construcción con salida de agua que pudo hacer de molino del complejo.