Los trabajadores recogen a mano la basura de los contenedores en Ponferrada por avería del último camión adquirido por el Ayuntamiento

La sección sindical de CGT en el servicio de limpieza viaria y recogida de basuras de Ponferrada ha vuelto a exigir al Ayuntamiento que asuma el control del servicio tras las últimas averías registradas en los camiones que los operarios utilizan para recoger los residuos de los contenedores. Según explicaron los representantes sindicales, la falta de vehículos provoca que el servicio esté “colapsado”, lo que ha obligado a los trabajadores a sacar la basura de los contenedores con sus manos durante dos días. “La basura no se está recogiendo y la poca que se recoge, se hace a mano”, denunciaron.

En ese sentido, CGT instó a los responsables del Consistorio a “obligar a la empresa a que disponga de camiones para realizar este trabajo” después de que en la última semana se haya averiado el camión adquirido en 2014 por 240.000 euros para recoger la basura de la ciudad y pueblos. Conocido entre la plantilla como 'Goliat', los “problemas de estabilidad y adherencia” del camión se han convertido en “una pesadilla” para los operarios, que han acordado con la empresa no hacerlo circular en condiciones meteorológicas adversas para evitar riesgos. Además, el motor del vehículo se averió la semana pasada con sólo 80.000 kilómetros.

En la misma línea, los representantes sindicales recordaron que el camión usado en la pedanía de Valdecañada, conocido como 'la zapatilla', dispone de una capacidad de carga de sólo siete contenedores, lo que provoca que aunque en muchas ocasiones se use para llevar a cabo la recogida en la ciudad debido a las averías de los otros camiones nunca termine con la tarea. Según las mismas fuentes, el único camión que realmente lleva a cabo la recogida de contenedores, es el conocido como 'el abuelo', un vehículo de 16 años de antigüedad. “Estamos hartos de esta situación, aquí nadie se hace cargo de nada, se pasan la bola de unos a otros”, lamentaron los responsables de CGT, que lamentaron el “limbo contractual” en el que se encuentra el servicio.