Con 11 años, Francisco Martínez Quico se convirtió en enlace de la guerrilla. Corría el año 1936 y los militares acababan de dar un golpe de Estado contra el gobierno legal de la II República. En 1947 tuvo que elegir entre caer en manos de la policía o lanzarse al monte. Decidió entonces continuar su lucha en la clandestinidad pasando a formar parte de la guerrilla liderada por el legendario Girón, para el que sólo tiene buenas palabras. Tras el asesinato de Manuel Girón el 2 de mayo del 51 cerca de Molinaseca decidió escapar a Francia. Hoy, con 93 años, Quico es el último testigo berciano de una historia que aún no ha reparado a los que lucharon por la democracia pero continúan siendo 'bandoleros' en los archivos.
Este viernes, Quico ha sido el protagonista de las Jornadas de la Memoria Histórica organizadas por la Asociación La Peñina. La Casa de la Cultura de Ponferrada ha acogido la primera de las actividades programadas, una charla-coloquio titulada ‘La Guerrilla Antifranquista’ en la que han participado además Santiago García (La Peñina) y los activistas por la Memoria Histórica Fernanda Cedrón, y Odette Martínez.
"Voy a transmitir lo que sé y lo que he vivido, mi compromiso con la democracia y con la II República". "Desgraciadamente, aunque ahora estamos en otra etapa, han pasado cuarenta años desde la muerte del dictador y todavía no se ha reconocida a aquellas personas que sufrieron tanto por la democracia, que fueron torturados, que murieron en el combate, aquí en Ponferrada han asesinado a mucha gente por la espalda", sostiene Quico. Desde su regreso a España en 1977 no ha visto cumplido su propósito. "Los que han asesinado siguen en las cunetas, los juicios sumarísimos no han sido anulados y los viudas, los familiares y los huérfanos no han tenido reparación".
Quico habla para recordar, para luchar contra el olvido de los que abogan por no reabrir viejas heridas. "Esto no es digno de una democracia, hay que reparar la enfermedad para que no haya más odios, para que nadie herede esa situación".
Recuperar la memoria, educar a los nuevas generaciones, "Franco fue un conspirador contra un Gobierno legal, ellos fueron los insumisos". Quico es historia viva, de España y del Bierzo.
Las actividades continuarán este viernes a las a las 19.00 horas en la Escuela del Ayer de Fabero y se cerrarán este sábado, 30 de junio, a las 11.30 horas con la inauguración de una placa conmemorativa a los represaliados en Villasumil (Candín).