La acerera Roldán vuelve a reconocer el escape que motivó la ‘nube amarilla’, esta vez "por un fallo humano”

Es la explicación que ha recibido Bierzo Aire Limpio por parte de la acerera, con quien mantendrá un encuentro este martes. Si hace dos meses se producía un escape “por un fallo químico”, esta vez, un operario abrió una válvula equivocada.

28 de Abril de 2014
Actualizado: 09 de Marzo de 2015 a las 19:51
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El responsable de Bierzo Aire Limpio, Luis Fernández Canedo, que ha mantenido ya conversaciones este mediodía con la acerera Roldán para conocer el motivo del escape tóxico ocurrido este viernes, asegura que la dirección de la planta de Acerinox “reconoce que ha sido un accidente por un fallo humano”.

Según las explicaciones que han dado desde la acerera ubicada en Santo Tomás de las Ollas, esta segunda nube amarilla aparecida dos meses después de la primera, ha sido consecuencia de “un fallo humano, porque un operario abrió una válvula indebida y se vertió ácido sulfúrico en una balsa que tienen fuera para recoger los ácidos en el proceso productivo. El ácido sulfúrico, junto al ácido nitroso de la balsa, produjo un reacción química que no fue tan grave como la anterior”, tal y como detalla Canedo.

Además, en esta ocasión, “los operarios de Roldán inmediatamente informaron y realizaron una incidencia de emergencia” a través de la que se informó al departamento de Medio Ambiente de la Guardia Civil. Una vez dado el aviso, “se tomaron todas las medidas, la ejecución fue más rápida que la vez anterior y no tuvo consecuencias posibles para la salud, pues no fue más de 5 minutos”.

No obstante, es algo que desde Roldán no pueden confirmar, ya que “al ser en el exterior tampoco hay medidores pero ellos estiman que fue de menor importancia”, afirma.

Así las cosas, los integrantes de Bierzo Aire Limpio están invitados este martes a visitar la acerera de Santo Tomás para comprobar ‘in situ’ lo ocurrido. “Se han mostrado muy abiertos a las explicaciones y tomarán medidas para rectificarlo. Desde Roldán lamentan que haya vuelto a ocurrir esto en tan poco espacio de tiempo”, señala Fernández Canedo.

El pasado mes de febrero ya se produjo el primer escape, que estuvo producido por un desajuste químico en la actividad de la factoría, provocando una alta concentración de óxidos de nitrógeno (NOx) en la que se sobrepasó a 650 ppm, siendo los valores habituales de emisión para el NOx de 150 a 200 pp.