Sara Radío es la única, y la segunda mujer especialista en los 26 años, de la base forestal berciana de Cueto, la primera desde hace casi 20 años. En un momento en que las referentes, o la falta de las mismas, están en el centro del debate público -como sucedió este verano con las campeonas mundiales de futbol-, esta berciana se sienta delante de la cámara de InfoBierzo para hablar sobre cómo llegó a ser bombera forestal y lo que supone ser mujer en este sector tan masculinizado.
Sara Radío no sólo es bombera forestal, sino que también lleva más de un año opositando para obtener una plaza en los Bomberos de Ponferrada. Fue durante esa preparación, en concreto en el gimnasio donde entrena para las pruebas físicas, donde coincidió con un chico que había estado en Cueto.
"Cuando empezó a comentarme sobre la campaña de verano en Cueto, me lo planteé", explica Radío, que reconoce que su primera preocupación fueron las pruebas físicas. "Pregunté si las pruebas eran muy difíciles, pero como me estaba preparando para las de bombero, me animé".
A diferencia de las pruebas físicas y los parámetros que se establecen entre hombre y mujeres para los bomberos urbanos, en el caso de las pruebas para el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de la Junta, lo que se exige es un mínimo y un máximo para todo el que se presente.
"Las pruebas físicas consistían en una carrera, flexiones y luego línea de defensa, lo hice y nos dijeron que nos llamarían. Para los bomberos urbanos son las mismas pruebas, pero las marcas que hay que superar son distintas, ahí tengo más tiempo. Aquí hay entre un mínimo y un máximo, entonces ahí entras o no, pero es genérico para hombres y mujeres", explica. Tras superar las pruebas físicas, Radío hizo el curso de formación y en julio empezó a trabajar en la base de Cueto como especialista.
El ambiente solo de hombres no es nuevo ni ajeno para Sara Radío, que reconoce que "preparando las pruebas, el 90% son solo chicos". Así, explica que tanto ahora como bombera forestal, como antes entrenando para bombera urbana, siempre "entrena con chicos: y muy bien".
Además, "nunca" ha sufrido ningún episodio de discriminación por ser mujer "en ningún aspecto". Ni en la base con sus compañeros donde es "una más", ni trabajando con otras brigadas en los incendios de este verano.
"Este año, en el incendio de Busmayor de agosto, venía una brigada gallega y había una chica, aunque era técnico", y es que el sector forestal es principalmente masculino, y al igual que en Cueto, las mujeres que ha habido han sido técnicas o emisoristas, nunca brigadistas, como ella. "En general casi no hay chicas, quizás en otros incendios ha habido, pero con el traje no nos reconocemos -bromea Sara- pero si las oyes hablar sabes que es una mujer. Somos las menos".
Sobre por qué no hay más mujeres en el sector, Radío considera que se trata en mayor medida del "desconocimiento y de pensar que es un trabajo de hombres." Cree que las mujeres interesadas en el mundo forestal "tiene miedo" a no superar unas pruebas físicas. "Cuando empecé a opositar para las de bombero urbano -recuerda- te meten ese miedo diciendo que las pruebas son muy difíciles". Sin embargo, trata de quitarle hierro al asunto y asegura que "si entrenas, lo vas a conseguir, te lleve más o menos tiempo."
"El desconocimiento, en mi opinión, es lo primordial, piensas que es un mundo de hombres y el desconocimiento te echa para atrás, ni lo intentas. Si lo intentasen, este año me ha coincidido a mí, pero seguro que el año que viene sería otra u otras dos", afirma.
Así, anima a las niñas y mujeres que tengan curiosidad por el ámbito forestal, a intentarlo. "Si les gusta el tema forestal, lo relacionado con los incendios, esto es lo mejor para saber cómo es: cómo es estar en condiciones difíciles, dentro de un incendio... Si te gusta, esto es lo mejor. Esta es la primera campaña que hago, y he aprendido muchísimo."
Sara termina en unas semanas su primera campaña y tras casi 4 meses con el mono puesto, tiene claro que repetiría. "Antes de estar aquí, creía que me gustaba, pero ahora, me gusta mucho más."
Parte del cariño por el trabajo y las ganas de volver, es por sus compañeros y el ambiente de la base berciana. "Me gusta Cueto, soy una más, me gusta muchísimo. Si puedo, me encantaría volver el año que viene, y todos los que pueda hasta que me salgan las pruebas de Bombero de Ponferrada", dice Radío que no oculta la felicidad de hacer lo que le gusta. Quizás sin saberlo, ella es un referente para muchas niñas, adolescente o jóvenes que nunca se han atrevido a dar el paso de ser bombera forestal.
La base de helicópteros de lucha contra incendios forestales de Cueto es la única ELIF del Bierzo. Situada en Sancedo, a tanto solo 15 minutos de Ponferrada, es desconocida para muchos bercianos.
Esta base, con casi 30 años de historia, no solo opera durante la temporada de incendios, sino que está abierta casi todo el año llevando a cabo labores de prevención en los bosques de la Comarca. Operada por la empresa Talher filial de Clece y la Junta de Castilla y León, da trabajo a 5 personas cuando no es temporada de incendios. Sin embargo, esta cifra aumenta considerablemente en los meses de verano, cuando emplea a 36.
La organización de Cueto, en temporada de incendios, se divide en 3 cuadrillas formadas por 9 integrantes: un capataz, un ingeniero forestal, al cargo de los 6 especialistas y acompañados por un agente medioambiental.