Javier Álvarez no logró superar el postoperatorio y ha fallecido en las últimas horas en el hospital Gregorio Marañón de Madrid donde fue intervenido tras notificarle la existencia de un corazón compatible.
Ahora la familia viaja a la capital de España para devolver a Javier a su pueblo natal, Toreno, que se había volcado en busca de financiación cuando el agravamiento de su enfermedad le hizo vivir a menos de un kilómetro del hospital, a fin de aguardar un donante. Este berciano logró sobrellevar la situación en parte por esta ayuda vecinal, puesto que cobraba una pensión de 800 euros.
Javier, de 45 años, había superado ya 3 operaciones a causa de su enfermedad cardiaca, la 'tetralogía de Fallot' que es congénita y provoca que la sangre no desplace una cantidad normal de oxígeno por el cuerpo.