Parece que la historia del Bierzo con las infraestructuras ferroviarias no mejora por años o incluso siglos que pasen. La Voz de Galicia recuerda el próximo mes se cumplen 120 años desde que este periódico registrase por primera vez la posibilidad de prolongar al Bierzo la línea de tren Ribadeo-Vilaoudriz, en concreto con Villafranca.
La Voz de Galicia informaba el 24 de noviembre de 1903, en su primera página, de la posibilidad de prolongar al Bierzo la línea de tren Ribadeo-Vilaoudriz, este proyecto que se dejó en stand by durante años resurgió en 1911, para volver a caer en el olvido y pasar a formar parte de los trenes perdidos que nunca pararon en la Comarca.
El objetivo y principal motivación para este tren, que nunca llegó, era la minería. La explotación de las minas de hierro en Ribadeo consiguió que a principio del siglo XX, la villa contase con tren. Por su parte, la actividad minera del Bierzo abrió la posibilidad a ampliar esta línea ferroviaria a la comarca vecina que comunicase ambos centros mineros. Este proyecto quedó en el tintero, y ahora es un tren fantasma.
Villafranca podía haber llegado a ser una terminal de dos vías férreas, pero las circunstancias económicas de primeros del siglo XX no lo hicieron posible. Un proyecto de tren con vía métrica hermano del Ponfeblino (vías de un metro de ancho como las de la FEVE) llegó a ser puesto en concesión por la Gaceta de Madrid (el BOE), pero nadie concursó por él, pese a que ya figuraba en el plan de ferrocarriles de 1877.
Hubiera enlazado el tren de ancho español (1,664 metros) de la Compañía del Norte con el puerto de gallego de Ribadeo. Esto hubiera supuesto construir en la localidad villafranquina un depósito de locomotoras y una vía de trasbordo a la vía ancha de las vías hacia Toral de los Vados. Hubieran tenido que construirse apeaderos en Pereje y Vega de Valcarce, y en Lugo tres más antes de llegar a la estación de Villaodriz y a la línea férrea de siete kilómetros a Ribadeo.
En el proyecto estaba implicado Julio Lazúrtegui, y también el mismo que solicitó en primer lugar la concesión de la línea del Ponfeblino, que después cedió a la MSP. La línea Villafranca-Villaodriz formaba parte, además, del plan integral de líneas ferroviarias que el también ingeniero JLazúrtegui proyectaba entre el Bierzo, Galicia y Asturias por un importe global de 250 millones de pesetas. De haberse conseguido se habría gastado en ellas el presupuesto de cuatro navíos acorazados de la época, lo que era una barbaridad de dinero (y lo seguiría siendo hoy en día).