
"Hola, Minipunk Arias: Tu cuenta, @minipunk, se bloqueó por incumplir las reglas de Twitter", este fue el mensaje que le llegó tras detectar el siguiente tweet: "¿No sabes qué hacer en Semana Santa? Ostras, pues venir a León, semana cultural, procesiones, Genarín, matar judíos, tapear, barrio húmedo...". Sí, Twitter no comprendió el sinónimo de tomar limonadas con los amigos en Semana Santa, e interpretó tal cual el "matar judíos". Así, Minipunk Arias sostiene que "a ver como le explicas a los de Twitter que beber limonadas en León durante la semana santa se denomina de ese modo y que no estás incitando al odio". Aunque no ha sido el único usuario al que le ha ocurrido esto, también a @antoniofpuerto le remitieron la misma notificación por publicar que "@Rua_isBack en Semana Santa es tradición matar judíos en León".
A ver como le explicas a los de twitter que beber limonadas en León durante la semana santa se denomina de ese modo y que no estás incitando al odio pic.twitter.com/eHmcr7fgIR
— Minipunk Arias (@minipunk) May 3, 2022
En esta línea, la historia cuenta que a finales del siglo XII, los monarcas Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón asaltaron las juderías de León, situadas en aquel momento en la zona de Puente Castro, lo que obligó a los judíos a huir e instalarse en la ciudad, en concreto en el barrio de Santa Ana y plaza de San Martín. A mediados del siglo xiv Suero de Quiñones debía dinero a un prestamista judío de la ciudad y para no pagar su deuda animó a acabar con los judíos, a quienes se culpaba de la muerte de Jesús. Entre Jueves Santo y Viernes Santo Suero de Quiñones y otros fueron a la judería donde asesinaron a mucha gente, incluido el prestamista, para posteriormente celebrar su muerte bebiendo vino. De este hecho procedería la tradición de «matar judíos» durante Semana Santa.
Sin duda alguna, la denominación leonesa de disfrutar de la bebida típica de la Semana Santa puede inducir a error y sonar desternillante si no se conoce el significado, pero lo que también está claro es que la tecnología aún no ha superado al hombre, aún no es capaz de reconocer el patrimonio inmaterial de las tradiciones, por lo menos de las de El Bierzo y León.
