Hay muertos muy vivos, muertos que acompañan a los vivos susurrándoles al oído. José visita con frecuencia la tumba de su padre. De repente, unas flores sobre la lápida lo desconciertan. Una y otra vez, en cada visita, allí están, frescas, nuevas, un obsequio anónimo que comienza a inquietarle. Así empieza ‘El silencio de los Justos’, una novela cosida con retazos de realidades y que invita al lector a un viaje desde la Barcelona contemporánea hasta El Bierzo de la Guerra Civil y la posguerra.
Un periplo por la historia de la Comarca y por la vida personal de un hombre que intenta conocerse a sí mismo reencontrándose con el pasado de su padre. José emprende así una travesía que arranca con el nacimiento de su progenitor en la Villafranca de 1936. Cada nuevo dato guía su camino. Ponferrada, Tremor de Arriba o Fabero.
El destacamento penal de la Reguera en Fabero es uno de los escenarios más importantes del libro. Las instalaciones mineras donde redimieron su pena aquellos que se habían mantenido fieles al Gobierno de la República tras el golpe militar de Franco. Cientos de esclavos de la patria procedentes de todos los puntos del territorio nacional y acusados del delito de auxilio a la rebelión. Un campo de concentración que José descubre en busca de la memoria de su padre.
Fernando García Lobo, autor de la novela, reconoce que la historia tiene una parte emocional muy importante. Las heridas abiertas, las relaciones personales, el poder de la amistad o el amor que nos mantiene a flote cuando todo lo demás se hunde. La elección del Bierzo como lugar donde se desarrolla buena parte de la trama no es casual. Lobo, catalán de padre berciano, conoce bien la Comarca, sus rincones y su belleza pero también la oscuridad que penetró hasta el fondo en unos años marcados por el silencio.
‘El Silencio de los Justos’ que se presentó el pasado 14 de abril en Barcelona, llega ahora a la comarca. Su autor recalará en Villafranca este sábado 25 de agosto, el próximo 29 en Fabero y el 4 de septiembre en Ponferrada.