La asociación mineralógica Aragonito Azul presentó el pasado miércoles un nuevo hallazgo del carbonífero. Se trata de un fósil que corresponde al carbonífero superior, es decir, de hace aproximadamente 300 millones de años. No se trata de un descubrimiento aislado, ya que se suma a los hallazgos presentados con anterioridad como son la araña Aphantomartus y el insecto Mischoptera Bergidensis.

Con este nuevo hallazgo el Bierzo Alto vuelve a destacar por su valioso patrimonio paleobotánico al incorporar este fósil de insecto, que se ha presentado como Wappleria Tremoris (en honor a la localidad donde fue encontrado).
José Bienvenido Díez Ferrer, profesor del área de estratigrafía de la Universidad de Vigo y experto en paleontología, paleobiología y filogenia, dio a conocer la importancia de este hallazgo en una zona que destaca por su “riqueza paleontológica”.
Durante su presentación, resaltó la relevancia del lugar de hallazgo, la Mina Casilda de Tremor de Arriba, en el municipio de Igüeña. Esto, unido a otros descubrimientos en otras explotaciones del norte de Castilla y León, es motivo para investigar esta relación, ya que podría proporcionar una visión más profunda de los ecosistemas vinculados a estas explotaciones y, posiblemente, revelar información valiosa sobre la región del Bierzo en ese período.

Este hallazgo lo localizó un joven que forma parte de la asociación Aragonito Azul. Para su estudio se puso en marcha una red de contactos a nivel internacional con equipos acreditados en España, Francia y Alemania. Todavía este mismo martes el trabajo se envió para su publicación en una revista de impacto, actualmente en revisión. “Pensamos que en dos o tres meses tengamos la publicación oficial y que el nuevo género sea de uso científico y normal”, de genero Wappeleria y especie Wappelia Tremoris.
Bienvenido Diez elogió el trabajo de los grupos locales como el de Bembibre y de la vecina localidad de Fabero, “que están protegiendo un patrimonio con sus medios, con sus posibilidades”, pero reivindicó una mayor implicación de las fuerzas sociales y de la sociedad para proteger su patrimonio.
Si bien no entró a valorar la protección de las zonas en concreto, que en su momento ya reivindicó la asociación a través de su presidente, Juan Rincón, que presentó el acto y al ponente, entiende que estos hallazgos forman parte de “registros excepcionales que deben ser preservados”.

