El proyecto se desarrollaría en los ejercicios de 2022, 2023 y 2024 con un presupuesto de casi 3,8 millones, de los cuales 2,8 millones provendrían de fondos europeos, mientras que 969.000 euros los aportaría el Consistorio de la capital berciana.
El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, explicó este jueves que la ciudad está “obligada a hacer la zona de bajas emisiones”, ya que se trata de una imposición de la Unión Europea a los municipios de más de 50.000 habitantes que tiene que estar lista para 2023.
“Quizás no hemos sido muy duchos en la información que hemos dado del proyecto”, reconoció el regidor, quien puntualizó que la actuación “en absoluto peatonalizará la ciudad”, sino que “se hará una semipeatonalización en dos zonas concretas”, mientras que “la peatonalización pura se hará en un tramo que no generará controversia”.
Para Ramón es “una realidad evidente” que en todas aquellas ciudades en las que se han llevado a cabo actuaciones de este tipo “ha existido una contestación inicial”, sucedida de “una petición de que se amplíe la zona a posterior”, ya que “se ve que ayuda al comercio local”.