El centro integrado de Formación Profesional (Cifp) de la localidad berciana de Almázcara acogerá este viernes 12 de febrero la quinta edición de la jornada técnica ‘El Ingeniero Forestal 6.0. La tecnología en el monte’. La iniciativa se lleva a cabo de la mano de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (Eiaf) del Campus de Ponferrada y contará con la participación de 22 alumnos del ciclo formativo de grado superior sobre gestión forestal y del medio natural.
Al respecto, la sesión tiene el objetivo de presentar a los alumnos las nuevas tecnologías y técnicas que los ingenieros forestales pueden emplear en la actualidad. Durante la primera parte de la jornada se verán aplicaciones de las imágenes de satélite y drones para el seguimiento de bosques afectados por plagas y enfermedades como los defoliadores de pinos o el chancro del castaño, así como su empleo en sistemas de alerta temprana.
Estos últimos se basan en que las posibilidades de erradicar o minimizar los efectos de una nueva plaga en gran medida de la rapidez con la que se detecte. Las tareas de vigilancia y seguimiento en campo se complementan con otras basadas en sensores remotos y orientadas la reconstrucción y al seguimiento de una enfermedad concreta, como la plaga de Lymantria dispar registrada en 2014 en la comarca del Bierzo. En este caso, a partir de imágenes del sensor RapidEye de diferentes fechas, se localizó el origen de plaga y su evolución.
La segunda parte de la jornada tendrá carácter práctico, con dos talleres. El primero enseñará a los alumnos a manejar Relasphone, una aplicación móvil basada en el relascopio de Bitterlich que permite cubicar parcelas forestales de forma ‘low-cost’ y desde el móvil. En la actualidad esta tecnología está disponible para pino radiata y pinaster, dos de las especies forestales con más presencia en la comarca.
El segundo taller se centrará en cómo crear un modelo en tres dimensiones de una masa forestal, con precisión centimétrica, con un escáner láser terrestre FARO Photon 120 3D, así como sus aplicaciones para estimar el volumen de madera existente o la cantidad de biomasa o de carbono contenida. Esta tecnología supone un importante avance en la digitalización del sector forestal, por el nivel de detalle y precisión que proporcionan los millones de puntos que se emplean para reconstruir la posición, forma y dimensiones de cada uno de los árboles, sin necesidad de apearlos.