El Comité de Empresa de LM en Ponferrada ha declarado que pasadas las 20 horas del martes, durante la reunión mantenida en el marco del periodo de negociación por el procedimiento de despidos colectivos, la compañía presentó una oferta "última" donde redujo a 370 los contratos a rescindir, con un margen de 23 trabajadores menos que los planteados inicialmente.
Esta propuesta se encontraba "muy lejos de lo que pretendíamos", en palabras del presidente del Comité Gabriel Garnelo, por lo que propusieron una cláusula que garantizase durante cinco años el empleo del resto de los trabajadores.
Dicha cláusula fue rechazada por la compañía, momento en el que, según Garnelo, los directivos dieron por finalizada unilateralmente la negociación y se levantaron de la mesa, poniendo fin al encuentro.
Fue posterior a esta ‘ruptura’ cuando comenzaron las acciones violentas contra la sede del catering.
En cuanto al desenlace de los acontecimientos, que terminaron con la intervención de los antidisturbios, el Comité de Empresa defiende que "la protesta de la plantilla fue pacífica, como las que hemos hecho hasta ahora". El Comité "condena los actos vandálicos acontecidos en la noche de ayer, desvinculándolos de su plantilla de trabajadores. Las propias Fuerzas de Seguridad del Estado, nos han confirmado que fueron realizados por un grupo reducido, organizado y ajeno a la plantilla. El comportamiento de las personas trabajadoras de LM, ha sido ejemplar durante todo este periodo, incluyendo las jornadas de huelga, concentraciones y manifestaciones, concluyendo con la sentada pacífica que se produjo en la asamblea realizada en el día de ayer".
El Comité explica que "desde la multinacional rechazan todas las propuestas de la parte social, entendiendo la RLT, que se confirma el proceso de deslocalización. No quieren ningún compromiso de empleo. Para nosotros esto es una línea roja por no garantizar el empleo ni a corto, ni a medio ni a largo plazo" y advierte "hoy son 400, pero mañana serán las 700 personas restantes, si este expediente se presenta con la excusa de garantizar la viabilidad de la planta entendemos que no debería de haber problema en redactar un compromiso que garantice el empleo".
Es por ello que hacen un llamamiento a la Junta de Castilla y León y al Gobierno de España, para que "tengan una implicación real y efectiva, dentro de la mesa negociadora, en la búsqueda de una solución a un conflicto que de no reconducirse, sería ya la puntilla para esta comarca y provincia, la cual está siendo tradicionalmente tan golpeada en la destrucción de empleo e industria".
Por último, el Comité de Empresa, reitera nuevamente su "absoluta disposición al diálogo y negociación, e instamos a la compañía a que se sienta en la mesa negociadora con el fin de poder solucionar el problema en el cual estamos inmersos".