
La borrasca Fien ha permitido que las estaciones de esquí de San Isidro en Puebla de Lillo y Valle de Laciana-Leitariegos puedan dar el pistoletazo de salida a la temporada. En el caso de San Isidro será este sábado cuando los amantes de este deporte podrán recorrer las pistas habilitadas. En el caso de la estación de Villablino, la lluvia ha retrasado su apertura, que estaba inicialmente prevista para este sábado, pero la lluvia caída esta noche ha obligado a posponerlo en principio hasta el domingo o el lunes.
San Isidro pondrá a disposición de los usuarios Cebolledo y Riopinos, de forma progresiva, comenzando por Cebolledo, que contará con 5 pistas (2 rojas, 1 azul y 2 verdes) y 3 remontes (2 telesillas y 1 cinta transportadora). Posteriormente, se abrirá lazona de Riopinos, con 2 pistas (1 azul y 1 verde) y 2 remontes (1 telesilla y 1 cinta transportadora). Ambas instalaciones alcanzarán un dominio esquiable de 6,3 kilómetros,con espesores de entre 50 y 25 centímetros de nieve polvo.
El pasado jueves la estación de esquí de Leitariegos acumulaba 30 centímetros de nieve pisada que permitiría, en principio, abrir 4 pistas. Sin embargo, los amantes de este deporte tendrán que estar pendientes de las precipitaciones, no en forma de nieve sino de lluvia, que podrían tornar la situación y devolverla a la casilla de salida. Así, el sábado se valorará si se puede abrir el domingo, y si no se puede por la lluvia, el domingo se valorará para el lunes.
Así, lo han confirmado desde la propia estación a InfoBierzo, que reconocen que la apertura "no es segura si se cumplen las previsiones y llueve esta tarde y mañana". Si no lloviese, la estación lacianiega abriría el domingo por primera vez este invierno con 3 pistas verdes y una azul.
Recordemos que las estaciones invernales de la provincia leonesa (San Isidro en Puebla de Lillo y Valle de Laciana-Leitariegos en Villablino) permanecen cerradas por falta de nieve.

Se trata de las segundas fiestas en un lustro, después de las de 2018, que dejan un paisaje menos blanco de lo habitual y la consiguiente falta de actividad económica en las zonas que albergan ambos espacios.
Con anterioridad, ocurrió lo mismo en las navidades de 2016 y en las de 2015, cuando la nieve fue esquiva con la provincia en esas fechas, en contraste con las de 2014, en las que una climatología óptima favoreció la llegada de visitantes gracias a las precipitaciones de las fechas anteriores y a las bajas temperaturas, que posibilitaron la fabricación de nieve.
El pasado año la estación de esquí de San Isidro registró el mejor periodo navideño en una década y contabilizó más 35.292 usuarios que pudieron disfrutar de una media de 20 kilómetros esquiables repartidos en 19 pistas alpinas, con espesores de entre 40 y 130 centímetros de nieve de buena calidad, mientras en la de Valle de Laciana-Leitariegos tuvieron que cerrar el 26 de diciembre por falta de precipitaciones y no se pudo reanudar la temporada hasta mediados de enero.

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