Para Fernando V. A., su presunto cómplice, la Fiscalía solicita 10 años y 10 meses de presión porque si intervención fue decesiva para que se acusase indebidamente a Rico de secuestro.
En agosto de 2016, un día antes de que Iván Rico saliera de prisión por otros motivos, la falsa víctima pidió su permanencia en prisión asegurando que su vida y la de su hijo corrían peligro. Su cómplice creó una cuenta falsa de correo electrónico desde la que mandaba mensajes amenazantes a Gesto haciéndose pasar por Rico. Más tarde V.G.G. fue grabada por las cámaras de vigilancia de un bazar chino de Fabero cuando compraba el pegamento que argumentó que su expareja le había echado en la vagina, así como las cuerdas, las medias y unas cuchillas que ella describió que también se habían utilizado en el momento de la vejación. Además, las cámaras de control de tráfico tanto en Fabero como en Bembibre desmontaron las acusaciones de secuestro de la mujer.
El Ministerio Fiscal también pide una indemnización para Iván Rico de 18.000 euros que deberán afrontar entre los dos acusados, una cantidad que se eleva hasta los 30.000 euros en el caso de la petición de la acusación particular.