De este modo, los distintos trabajos ya ejecutados, con la rehabilitación del Pozo Viejo y otras edificaciones anejas en el Pozo Julia, se han completado con los estudios e investigaciones históricas necesarias. Todo ello ha hecho posible la publicación en el BOCyL de hoy del expediente de incoación como Bien de Interés Cultural de la Cuenca Minera de Fabero, convirtiéndose así en el primer Conjunto Minero de Castilla y León con esta protección.
Esta incoación afecta al conjunto en sí, pero se concreta en la delimitación de seis enclaves: Pozo viejo, Pozo Julia, Mina Alicia, Mina Negrín, Poblado de viviendas de Domingo Perez y Líneas de baldes e itinerarios.
A partir de ahora, tal como establece la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, hay un plazo máximo de dos años para que se proceda a la declaración definitiva, pero desde este momento, el Conjunto Etnológico de Fabero goza de los derechos y deberes inherentes a un bien ya declarado. Entre otros, los propietarios de las viviendas afectadas por la incoación podrán acogerse a la línea de subvenciones que la Consejería convoca anualmente para los bienes del patrimonio cultural.
Se trata de una decisión pionera, a la que en el futuro se podrán unir otros enclaves mineros de Castilla y León, así como de una herramienta decisiva de cara a la utilización del patrimonio minero como fuente de desarrollo económico para esas zonas.
El pasado 17 de junio, durante unas jornadas sobre patrimonio industrial y minero del Bierzo celebradas en la UNED de Ponferrada, el director general en funciones de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz, informó del inminente inicio del expediente para la designación de la Cuenca Minera de Fabero como Bien de Interés Cultural.