La historia del Carnaval de Ponferrada se guarda entre los archivos de la memoria de la ciudad, ubicados en la Biblioteca Municipal de la capital berciana. Esta festividad pagana, será el transporte en el tiempo para que la ciudadanía actual de la localidad, pueda volver a atrás y disfrutar de diferentes retazos de los carnavales del siglo pasado, en Ponferrada. Entre las fotografías de Julio Prieto, datadas en los años 20, se pueden observar como las juventudes y la sociedad ya se disfrazaba durante los días paganos, que marcaban la fecha para que la ciudad del puente de hierro diera rienda suelta a la imaginación.
Además, dentro del Archivo Histórico Municipal también ha puesto en valor un programa de 1909, en el que se puede observar diferentes eventos como una "brillante comparsa infantil de ambos sexos moral y religiosa" o diversos actos, que en el contexto histórico en el que se desarrollaban, estuvieron marcados por conflictos bélicos. Por otro lado, también han compartido en redes una revista de 1987 (cuando la peña Camuñas organizaba desfiles y jolgorio), y por último, "un buen libro sobre esta fiesta, obra del antropólogo y etnográfico Julio Caro Baroja", señalan.
"El carnaval ha muerto", decía Caro Baroja. La causa de su muerte se reduce al "momento en que la unidad católica se deshace, […ya que entonces] no sólo el carnaval, sino todas las demás viejas fiestas, tienden a desaparecer, a morir". El argumento de esta afirmación parte de la "relación absoluta del Carnaval asociado a la Cuaresma". Doña Cuaresma da sentido y origen a Don Carnal y hace del carnaval una fiesta casi exclusivamente cristiana; una fiesta que incorpora algunos elementos paganos precristianos, pero que son filtrados por el espíritu diocesano. Para Caro Baroja "el interminable calendario de fiestas políticas y concejiles, jerarquizadas, no dejan pie en la actualidad ni a la fantasía ni a la libertad".