La Junta de Castilla y León ha hecho oficial el último adiós administrativo a la central de Anllares con la publicación este miércoles. La edición de esta jornada del Boletín Oficial de Castilla y León deja sin efecto la autorización ambiental de la central térmica y de las instalaciones de gestión de residuos no peligrosos, ubicadas en el término municipal de Páramo del Sil, titularidad de «Central Térmica de Anllares, A.I.E.».
La empresa deberá cumplir en todo momento las condiciones establecidas en las resoluciones relativas al cierre y desmantelamiento de la instalación. Se deberá comunicar a los organismos competentes cualquier variación en la situación relativa al suelo y a las aguas subterráneas afectadas por la actividad de la central térmica.
La nueva actividad del vertedero de residuos no peligrosos queda bajo el régimen que determina el Texto refundido de la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León, y deberá contar con los permisos y autorizaciones que correspondan por razón de la actividad.
La central térmica de Anllares es propiedad de Naturgy (66,6%) y Endesa (33,3%). Comenzó a funcionar en 1982 y acumuló 36 años de operación tras su parada definitiva en diciembre de 2018.
Cabe recordar en junio de 2012 la torre de refrigeración era dinamitada(VIDEO), la última de sus infraestructuras en pie después de que antes, el 6 de mayo de ese año, tuviese lugar la dinamitación de la caldera (VÍDEO) de Anllares y de que el 25 de noviembre de 2020 cayese del mismo modo la chimenea (VÍDEO). Así pues, avanza la destrucción de los elementos más característicos de Anllares y, consigo, El Bierzo dice adiós poco a poco a los elementos más reconocibles de su historia minera.
