Desde el comité de empresa y el sindicato de CGT, Yerai Sernández explica que el primer gran problema que padecen hace referencia a un fallo o irregularidad en sus ficheros informáticos de registro de horas. Cuando un trabajador desde casa sufre una caída de luz o de internet (algo muy común en las zonas rurales del Bierzo), estas horas se registran como no trabadas, por lo que son descontadas en la nómina del trabajador o bien se le exige recuperarlas en otra jornada, como "horas que le debes a la empresa". En este mismo sentido, el protocolo del teletrabajo en Teleperformance estipula que si un trabajador sufre una avería en su domicilio, puede desplazarse a la central para trabajar, y también descuentan a los trabajadores de su jornada el tiempo invertido en el trayecto.
Asimismo, si un trabajador no puede trabajar un día y pide un permiso para ello, frecuentemente no queda registrada esta justificación en su registro de horas y se le exige recuperarlas. A ello se añaden los constantes errores en las herramientas de trabajo que facilita la propia empresa, que en caso de no funcionar restan horas de la jornada. Todo ello, insisten desde el comité de empresa, "es ilegal", pues "no pueden culpar al trabajador de los impedimentos que no son culpa suya". En este sentido, "no hay un mes en que no haya reclamaciones por las horas o los descuentos en nóminas".
En este mismo sentido, cuando un trabajador hace horas extra (por ejemplo si una llamada se alarga), la compañía devuelve esas horas a posteriori, pero esta devolución no se refleja en su registro informático de horas, por lo que "nos llevamos la sorpresa cuando se nos descuenta de la nómina y toca reclamar otra vez", añade Yerai Sernández.
Estrés, presión y desconexión digital
A esta falta de regulación en las condiciones del teletrabajo, se añade un aumento del "estrés" en el trabajador. El comité de empresa denuncia que los trabajadores han visto notablemente incrementada su presión, ante las "exigencias e incluso amenazas" de la compañía. Por ejemplo, exigen al trabajador unos objetivos de venta que debe cumplir. "Cuando llama un cliente por una queja o una avería, no intentas venderle nada porque sabes que no está receptivo, y ahora si no intentas vender conlleva una sanción", explican. Esta situación pone en el disparador el "nivel de estrés" de los trabajadores.
Además, denuncian que no se está respetando su derecho a la reconocida legalmente como desconexión digital. Los empleados utilizan su teléfono personal para el chat interno de la compañía, por el que reciben comunicaciones fuera de su horario de trabajo e "incluso en días libres". Además, si no está "constantemente pendiente" del chat y comunican una instrucción específica, "si no la lees en el momento se pierde en la conversación y ya no puedes volver a leerlo", lo que les obliga a permanecer atentos a ello independientemente de que no estén en su jornada laboral.
"La situación es inasumible e imposible", asevera Yerai Sernández. El sindicato CGT lleva desde abril reclamando la polémica a Teleperformance y "no se molestan ni en contestar". Por todo ello, los centros de Ponferrada, Sevilla y Galicia irán al paro el próximo 30 de noviembre.